Erandio encarga un estudio sobre el riesgo de nuevas inundaciones

Las inundaciones en Erandio continúan en el centro de la polémica. Aunque aún se indagan las causas del desbordamiento de la ría el pasado 11 de marzo–que la Diputación vincula únicamente con unas «mareas vivas históricas»–, desde el Ayuntamiento creen que es momento de fijar medidas preventivas ante las próximas grandes pleamares, que se prevén en agosto. Por ello, el Consistorio contratará un estudio técnico adicional que analizará el riesgo de nuevos sucesos en el barrio de Altzaga, donde se ubican las calles más afectadas, y «formulará eventuales propuestas» de cara al futuro.

«Esos trabajos incluirán también datos actualizados sobre la topografía de las zonas anegadas hace más de dos meses, y sobre cualquier otra circunstancia que se estime de interés», explica la alcaldesa Aitziber Olivan (PNV). La decisión se ha tomado «ante la problemática suscitada, sus importantes repercusiones en la población y las divergencias técnicas apreciadas». Los afectados, que también desarrollan un informe independiente con la colaboración de la Asociación Vasca de Meteorología Amillena, aseguran que las obras del puente que unirá Erandio y Barakaldo «definitivamente» están vinculadas al desbordamiento de la ría.

El Ejecutivo local se reunió con los afectados y los agentes implicados, teniendo en cuenta los informes que se han hecho sobre la materia –se cuenta con un documento de la arquitecta municipal y otro de la Diputación–. El encuentro se suscitó después de que las Juntas rechazaran el pasado miércoles una moción para modificar el proyecto de la pasarela All Iron, de tal forma que «sirviese para aumentar la cota del muelle a la altura del barrio Altzaga y así evitar futuras inundaciones».

Solicitud

La solicitud liderada por el grupo juntero del PP también consideraba «indispensable que la entidad foral mantenga informados permanentemente a los residentes del barrio mediante reuniones periódicas y se les haga entrega de todos los documentos que soliciten». Sin embargo, el proyecto seguirá adelante como se tiene hasta ahora contemplado.

Ante este panorama, los damnificados se muestran «preocupados» por los posibles escenarios de riesgo en verano. En agosto habrá pleamares de hasta 4,9 metros, según la tabla de mareas de la propia Diputación. «Para las próximas mareas vivas solo contamos como método de prevención con los sacos repartidos por el Consistorio y los muretes de ladrillo», lamentan portavoces de la coordinadora de afectados.

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