«Las desanexiones fueron positivas porque éramos barrios marginados de Bilbao»

En enero de 1983 la historia volvió a escribirse para los cinco municipios vizcaínos que lograron su independencia de Bilbao. Erandio, Derio, Loiu, Sondika y Zamudio comenzaron sus andaduras como pueblos autónomos. Un trabajo de unos pocos que sentó las bases para recuperar la identidad de los ciudadanos del valle del Txorierri. Esta mañana del jueves, los representantes institucionales de los seis consistorios han conmemorado el 40 aniversario de sus localidades en un acto al que también ha acudido la diputada foral de Administraciones Públicas y Relaciones Institucionales y aspirante a diputada General de Bizkaia, Elixabete Etxanobe.

Para entender el por qué de aquella decisión hay que remontarse a los tiempos del franquismo -y de Primo de Rivera, en el caso de Erandio-, cuando estas localidades fueron integradas de forma forzosa bajo el gobierno de Bilbao. Un mandato que se tradujo en «un abandono» de los servicios. «La desanexión de Erandio del concepto de 'Gran Bilbao' impuesto por los franquistas fue positiva. Se había convertido en un barrio marginado, con graves déficits de asistencia sanitaria, escuelas o equipamientos», ha señalado la alcaldesa del municipio, Aitziber Oliban.

El sentimiento de pertenencia tuvo mucho que ver en la apuesta por separarse de Bilbao. La imposición no consiguió extinguir la identidad de los habitantes de estas zonas del Txorierri, que se veían como 'algo más' de lo que el gentilicio 'bilbaíno' recogía. «Zamudio, como el resto de municipios aquí presentes es la demostración de que con la personalidad propia de un municipio y la colaboración con muchas instituciones podemos hacer cosas grandes», ha manifestado el regidor Igotz López.

Esther Apraiz, responsable del Consistorio deriotarra, ha realzado la importancia del «impulso de la gente que apostó por entender la personalidad de los pueblos que estamos hoy aquí». En la misma línea, Josu Andoni Begoña, alcalde de Loiu, ha puesto en valor el «orgullo» que supone «la identidad» de su pueblo. Todos los responsables de los Ayuntamientos hoy en funcionamiento de forma autónoma han coincidido en que la cooperación resultó esencial a la hora de hacer gobierno. La desanexión de ellos, fue una realidad, como ha deslizado Xabier Zubiaur, alcalde de Sondika, «gracias al entendimiento de muchas personas e instituciones, clave para resolver los problemas de la ciudadanía».

El regidor bilbaíno, Juan Mari Aburto, ha explicado que estas desanexiones «no significaron un distanciamiento en las relaciones entre ambos municipios. Al contrario, la relación ha ido creciendo y fortaleciéndose en estos años». La diputada Elixabete Etxanobe, ha resaltado la «importancia de contar con instituciones y normativas que posibiliten la fusión o segregación de municipios». Y se ha referido a Usansolo, señalando que «la Diputación seguirá acompañando a todos los municipios para trabajar en favor de los vizcaínos».