Decomisados 620 litros de alcohol a menores en las fiestas de Las Arenas

El barrio getxotarra de Las Arenas volvió a llenarse el sábado por la noche de miles de menores de edad animados por la celebración de Las Mercedes, unos festejos que se han convertido para muchos de ellos en su primer contacto con el alcohol, lo que ello conlleva. La Policía Local llevó a cabo un dispositivo especial precisamente para controlar a estos adolescentes y evitar infracciones o cualquier tipo de agresión.

Los agentes requisaron 620 litros de alcohol, el doble que en 2023. A pesar de los esfuerzos de los uniformados, que contaron con la colaboración de la Ertzaintza, tres menores sufrieron intoxicaciones etílicas y una chica tuvo que ser trasladada al hospital de Cruces. En los otros dos casos los agentes contactaron con sus progenitores para que les recogieran tras ser atendidos. Además, denunciaron a dos personas por consumo y tenencia de drogas y se decomisó y denunció a otra por llevar una navaja. Los agentes levantaron tres actas por incumplimiento de terrazas y denunciaron a un conductor por ir ebrio.

Los controles arrancaron poco después de las 18.00 horas en la salidas de metro del municipio. Decenas de chavales se amontonaron bajo los soportales de la plaza de la Estación. La mayoría conscientes de la presencia policial buscaron alternativas para colar las bebidas. «Como ya sabemos lo que hay las dejamos en lonjas de amigos, intentamos beber con cuidado, no mucho», comentó Ane, vecina de Leioa a la que su madre le iba a buscar a las «dos de la mañana».

«En el bolso traigo una botella de agua con vino, si vamos con bolsas nos las quitan, pero de esta forma no te miran», comentó a EL CORREO otra joven de 16 años de Erandio. «Hay mucha gente, vienen de todo Bizkaia porque es la fiesta que toca», afirmó Idoia, que empezó a beber «con 12 años, es la edad a la que empezamos». «Lo hacemos el fin de semana, cuando hay fiestas y esta cita es importante», señalaban a su vez el grupo de Astrabudua formado por Alice, Haizea y Leixe.

«¿Nos dejas ver qué llevas?», preguntaba a escasos metros una de los agentes a otras jóvenes con bolsas. «Estamos hablando de salud, debemos actuar, lo que más se ve es cuando sancionamos, pero eso es un 10% de nuestro trabajo, esto que hacemos es una gran labor asistencial», explicó Aitor Martínez, oficial de planificación al cargo del dispositivo. «Si hubiera más agentes quitábamos el doble porque la mayoría trae algo», se lamentaba un veterano de la Ertzaintza tras afirmar que «cada vez beben antes».

Conscientes la presión policial es mayor a medida que Las Mercedes suman ediciones, los chavales comunican unos a otros por las redes sociales dónde están los controles. «Evitamos que los malotes que quieran venir a liarla lo hagan», afirmó a este periódico el responsable del dispositivo mientras señalaba a la rotonda que dirige hacia Lamiako. «Como ya saben que hasta allí no llegamos porque es Leioa, muchos se dirigen a esos supermercados e intentan convencer a algún adulto para que les saque la bebida», aseguró el agente, que recordó que hacerlo conlleva multas de 3.000 euros.

Traslado a comisaría

Los decomisos se intensificaron en los accesos a la plaza de las Escuelas cuando llegó la noche, donde un DJ amenizó la fiesta. Los agentes preguntaron a los menores con bolsas en la mano su edad y que llevaban en su interior. En cuestión de minutos los vehículos se fueron llenando de bebidas alcohólicas, muchas de ellas de alta graduación, que se trasladaron a la comisaría para su destrucción.

Pese al aumento en esta edición, el número de litros incautados ha descendido de forma escalonada en la última década. Hace 12 años los agentes retiraban cerca de 2.000 litros. El Ayuntamiento comenzó entonces a cambiar su forma de actuar y la guardia urbana apostó por adelantarse a los sucesos y adoptar un «modelo preventivo activo» en un municipio que llegó a estar desbordado por el botellón en la playa de Arrigunaga la noche de San Juan. Las fiestas de Las Arenas también se saldaban con decenas de comas etílicos. El sindicato ERNEcriticó ayer que no se realizan «actas administrativas ni identificaciones», el Ayuntamiento contestó que las actuaciones están avaladas por «informes jurídicos».

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