Casi dos meses después de las inundaciones en Erandio, el Consorcio de Compensación de Seguros se suma a las entidades que aseguran que el desbordamiento de la ría se produjo por causas naturales. La Diputación Foral de Bizkaia ya había dicho que no existe relación ... entre las obras del puente All Iron y el suceso –como sostienen los vecinos–, basándose en un informe que la institución encargó a una empresa externa, y ahora la aseguradora también responsabiliza a las mareas vivas «históricas» del pasado 11 de marzo, según un estudio independiente.
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Este último documento, que respalda la tesis de la entidad, también ha sido solicitado por los afectados. Sin embargo, hasta ahora «el único informe que conocemos y validamos es el de la arquitecta municipal, quien fue testigo junto a los residentes del último desbordamiento registrado de madrugada, pudiendo así atestiguar el alcance de lo ocurrido», dicen portavoces de la coordinadora de afectados. «Informamos que estos estudios son encargados por el Consorcio de Compensación de Seguros, y no se facilita copia a ningún asegurado o tercero», es la respuesta que recibió una de las damnificadas después de enviar una petición formal.
Una «inundación extraordinaria» se cita como causa de siniestro en las notificaciones donde se anuncia la decisión de dar cobertura a los daños o pérdidas. Se han registrado 66 reclamaciones al Consorcio de Seguros cifradas en más de 500.000 euros. De ellas, 15 son de vehículos y 51, de inmuebles. Los bajos más afectados fueron comercios –25–, indican fuentes de la entidad. 27 solicitudes de indemnización, con un valor global de 72.870, ya cuentan con la autorización de pago.
«El dinero llega con cuentagotas. Muy pocas personas se han visto en parte resarcidas», aseguran los vecinos. La mayoría aún está a la espera del desembolso. Este es el caso de Saioa Pedrueza, quien resultó perjudicada por partida triple. Sus dos vehículos, trastero y comercio quedaron anegados esa madrugada.
Pese a que el consorcio se ha comprometido al pago después del proceso de peritaje, Pedrueza afirma que el montante no cubre los daños. Uno de sus coches, que tenía tres años y 10.000 kilómetros, fue declarado como pérdida total. Lo adquirió mediante un crédito que podrá pagar con la indemnización, pero no podrá comprar otro. «El precio de los nuevos ha subido y las cuotas serán el doble de lo que estaba pagando», lamenta antes de preguntarse sobre quién se hará responsable de esa diferencia. En el caso de los vehículos, «la compensación es el valor venal no el comercial». Su otro coche es de renting, el cual será reparado. «Pasamos de tener uno con pocos meses de uso a alquilar uno que puede presentar más adelante fallos mecánicos consecuencia del suceso», explica.
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«Solo quiero vivir como lo hacía antes de la madrugada del 11 de marzo», manifiesta. Además de las pérdidas materiales, la erandiotarra también lamenta los daños morales que el suceso le ha dejado. Su negocio de decoraciones y lugar de residencia continuarán ubicados en la calle San Ignacio, donde el agua alcanzó por primera vez en la historia medio metro. «No podemos estar con el temor constante de que otra inundación se produzca», puntualiza.
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