Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Viernes, 16 de abril 2021, 23:09
Jarro de agua fría sobre Berango. La evolución de los últimos días lo venía avisando y ayer se confirmó. Berango entra en zona roja tras superar la barrera de la incidencia de 400 casos sobre 100.000 habitantes. Concretamente registra una tasa de 426,70 ... tras los últimos cinco positivos notificados ayer. Entra por lo tanto en la zona de máximo peligro a dos días de que se publique –será el lunes– la resolución de la dirección de Salud Pública de Osakidetza en la que se dictan los municipios en los que se endurecen las medidas. Una lista a la que se podría sumar Erandio, que sigue en tendencia ascendente y se sitúa al borde del precipicio con 388,82. Mientras, Getxo, con 517, está a las puertas de su segunda semana de confinamiento.
De manera que las próximas 48 horas serán cruciales para ambos, aunque en mayor medida para Berango, que trata de esquivar el peor escenario. De no dar un vuelco radical, el municipio pasará a estar confinado perimetralmente a partir del próximo martes, los vecinos no podrán salir ni entrar salvo por causa justificada. Eso sí, en esta ocasión la medida permite el desplazamiento a localidades colindantes para realizar compras o actividades deportivas al aire libre. Donde también hay cambios es en las restricciones a la hostelería. Los bares y los restaurantes solo podrán ofrecer servicio interior de 6.30 a 9.30 horas y de 13.00 a 16.30 horas.
La noticia pilló por sorpresa al municipio. Es cierto que la entrada de Getxo, el mayor de la comarca, el pasado lunes en zona roja alertaba de la aproximación del peligro, pero el mismo día que la localidad vecina cruzó la línea Berango consiguió enfriar ligeramente las cifras, lo que parecía alejar los fantasmas. Ayer volvieron a aparecer, y además con un severo golpe. Los cinco casos de las últimas 24 horas incrementan a trece los de esta semana; 31 en los últimos 14 días, cuando en las anteriores dos semanas fueron 22.
En el Ayuntamiento aún no quieren entrar a valorar los datos. Reconocen que están «preocupados» por la irrupción en la zona roja, pero prefieren «esperar al lunes» para pronunciarse. «Aún no es oficial, confiamos en que la cosa pueda cambiar», señalaba la alcaldesa, Anabel Landa. De puertas para adentro, en la administración local son conscientes del daño que supondría un nuevo confinamiento y el golpe que sería para la hostelería, el sector más afectado con las restricciones.
«Es irrisorio y una falta de respeto», resumía Sendoa López, del bar Frontón, sobre las medidas que se podrían aplicar a la hostelería. «Si hace bueno venderé, sino...», en alusión a que podrán mantener el servicio de terraza fuera de ese horario fijado. «Es como si te piden hacer una tortilla sin huevos y sin tenedor, nos dejan igual», censura este propietario que acaba de tomar las riendas de este negocio. El jueves subió la persiana y se ha encontrado de sopetón con la noticia. «Esto te genera tristeza. Yo solo tengo dos mesas en la terraza. Con ganas de que la cosa cambie», comentaba Zigor, del Eretza.
El mapa comienza a teñirse nuevamente de rojo. Se empiezan a seguir los pasos de finales de enero, cuando el semáforo de la incidencia empezó a activarse en los municipios de la Margen Derecha. Para principios de febrero, el 90% de los vecinos de este lado de la ría (163.000 de 177.780 en total) ya estaba en alerta máxima. Es cierto que a día de hoy solamente Getxo y Berango tiene activada esa alarma, pero Erandio y Leioa siguen empeorando sus cifras. Y entre aquellos de menos de 5.000 habitantes, Plentzia (477) y Urduliz (465) ya han cruzado la frontera.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.