«Los pulpos se recuperarán rápido de la mortandad observada en Arrigunaga», dice Azti

Iriondo asegura que es un episodio «excepcional», aunque también es cierto que sucede alguna vez. «Ya vimos algo parecido en 2015 en Ereaga», recuerda. Entonces se recogió media tonelada de restos de este animal. La experta en ecología marina, no obstante, es optimista y resta trascendencia al impacto que esta mortandad va a tener en el futuro de la especie en Bizkaia. «Tiene un ciclo de vida corto, de un par de años. La aparición de tantos cefalópodos muertos puede tener consecuencias ahora mismo, pero la población de pulpos se va a regenerar rápido, porque además gozaba de buena salud antes de este episodio», apunta.

¿Por qué ha sucedido esta marea de animales muertos? «La razón está en el temporal intenso de lluvia que hubo la semana pasada», apunta Iriondo. Estas precipitaciones hicieron que la ría bajara con mucha agua dulce y esto, al llegar al mar, reduce la salinidad habitual del estuario del Abra. «Hay que tener en cuenta que todo fue muy rápido y repentino, así que los pulpos, que son muy sensibles a estos cambios y que tampoco tienen mucha movilidad, al contrario de los peces, que pueden alejarse de la costa con celeridad, se vieron muy afectados».

La investigadora de Azti no cree que este episodio, en principio, tenga que ver con el cambio climático. «No tenemos datos para atestiguarlo y parece que ha sido algo puntual. No parece que este fenómeno esté detrás», dice.