«Me da mucha alegría poder ver las luces navideñas»

Dicen que los ojos son el espejo del alma, esa parte del cuerpo que desvela a los demás cómo se encuentra uno, sus vivencias pero también sus alegrías y tristezas. Los de los treinta residentes del centro asistencial Leioa, que este martes han recorrido las principales calles de la capital vizcaína, gracias a la colaboración desinteresada de una docena de taxistas de esta localidad, pero también de Getxo y Mungia, ha sido todo un espectáculo de emociones. No han dejado de brillar en todo el trayecto y desde que pasadas las 17.30 horas se subieran en los distintos vehículos para contemplar de cerca las luces navideñas que estos días decoran Bilbao.

Para Antonio Ramón Martínez ha sido un «regalo» por su 79 cumpleaños. «Ya he ido otros ocasiones porque damos una vuelta por Bilbao y está muy bien», ha reconocido con una sonrisa picara. «Me gusta mucho ver las luces, es cierto que salgo poco», ha afirmado mientras esperaba en el vehículo a que se subiera otro residente. Guillermo Martín López, nervioso, andaba de un lado para otro. «Es la primera vez que voy, así que me hace mucha ilusión ver el ambiente y dar un paseo con mis compañeros», ha añadido antes de subirse a su taxi.

Ya en la Gran Vía bilbaína, otro de los residentes, Javier Bidaburu, se ha sorprendido. «¡Cuánta gente hay por la calle!«, ha manifestado. Vecino de Busturialdea, lleva desde «octubre» en esta residencia. Él ha sido uno de los tres pasajeros que ha subido al coche de Joserra Martínez, uno de los choferes que ha participado en la iniciativa que se celebra desde hace cinco años. Dos años no tuvo lugar– los taxistas corren con todos los gastos, incluida la gasolina– por la pandemia.

«Queremos que vean las luces y disfruten de la jornada. Hay muchas personas que no tienen nadie que les vaya a visitar, que sufren la soledad o que llevan mucho tiempo sin salir, queremos cambiar esto aunque sea durante un día, que estén acompañados y vean algo diferente», ha señalado el chofer.

«Hemos venido dos de Mungia y dos de Getxo a echar una mano a los compañeros de Leioa. Participó desde siempre, lo hago por solidaridad y por llevar a los mayores a dar un paseo, les hace mucha ilusión. Ha habido años que hemos llegado a estar una treintena de taxis, una gozada ver todos los coches, nosotros venimos en función de los residentes que quieran salir, un año hasta tuvo que venir la Ertzaintza para regular la salida», ha comentado Ricardo Bueno con licencia en Getxo. Para Luis Fernando Saez ha sido su primera vez. «Me pidieron apoyo y la idea está muy bien, que puedan pasar una tarde diferente», ha añadido el conductor de Mungia.

«¡Mirad!, ¡qué bonito está ese escaparate!, ¡qué original!», ha revelado a sus compañeros desde el asiento de atrás la getxotarra Marta Zelaia. Ella ha repitido experiencia. «El año pasado también vine porque estoy aquí desde hace un año y cinco meses. Antes vivía sola en casa, pero enfermé y no puedo andar. Aunque yo puedo ir a Leioa cuando quiera por la silla eléctrica, esta salida es fenomenal. Me da mucha alegría poder contemplar las luces navideñas», ha relatado a este periódico. La tercera pasajera de este vehículo, Esther Etxaburu, ni pestañeaba.

Tras acceder por el Euskaduna y llegar al Sagrado Corazón, la docena de vehículos se ha dirigido hacia el Ayuntamiento de Bilbao y el Teatro Arriaga, para después volver a la Gran Vía. «Qué bonito está el Consistorio», se han alegrado las dos mujeres. «Ya veo», asentía Bidaburu. «Hasta la baldosa de Bilbao está iluminad y el Arenal precioso», han destacado.

• Temas
• Residencias de ancianos
• Taxis
• Teatro Arriaga
• Leioa
• Mungia
• Getxo
• Bilbao