18 clubes se citan en el primer torneo nacional de patinaje de Uribe Kosta

El club se fundó en 1997 como una actividad extraescolar de patinaje en línea de velocidad y artística sobre ruedas, y cuenta en la actualidad con 30 niñas y un niño que entrenan, cuando pueden, en la escuela Zipiriñe. «Los primeros años fueron ilusionantes pero duros, ya que sólo disponíamos de pista los sábados de 9 a 11 y muchos días los partidos de futbito y balonmano nos obligaban a recortar los tiempos de entrenamiento», lamenta Iñigo Criado, miembro de la directiva. Aunque reconoce que en los últimos tres años, la actividad no sólo se ha consolidado, sino que va creciendo, con una lista de espera para el año que viene de cerca de 20 aspirantes».

Sin los requisitos «mínimos»

Asumen los miembros del club que la de Zipiriñe es «la única pista válida» para patinar en Sopela pero que no cumple con los requisitos mínimos para poder organizar ningún tipo de torneo. «Los vestuarios son insuficientes y están a desmano, con una cuesta de acceso que hace inviable llegar con los patines puestos. Cuando llueve entra el agua y en invierno el aire y el frío se hacen notar», relatan.

En Sopela existen otras instalaciones «pero ninguna apta para el patinaje. El polideportivo de Urko tiene suelo técnico especial para basket y fútbol sala, pero incompatible con los patines. Y el frontón, pero es una pista estrecha y no podemos usarla por normativa», indican. La alternativa es ir al frontón Iparralde de Urduliz para poder hacer su papel en los torneos a los que les invitan dentro y fuera de Bizkaia y en los que, además, no pasan desapercibidos. «Hay patinadores con mucho nivel, que han conseguido premios y buenas clasificaciones en competiciones», afirman.