ERLANTZ GUDE
Martes, 13 de junio 2017, 22:12
La Torre de Ondiz acogió ayer el último Consejo de la Infancia del presente curso, donde la alcaldesa de Leioa, Mari Carmen Urbieta, escuchó las demandas de alumnos de unos once años, que, divididos en grupos, han trabajado distintas propuestas. La regidora hizo una valoración ... muy positiva tanto de la iniciativa como de las ideas que estos le sugirieron, al tiempo que recordó que alguna de las planteadas con anterioridad se pondrá en marcha. El equipo de trabajo formado por 22 pequeños de varios colegios se reúne una vez al mes con la intención de aplicar la mirada de la infancia en la gestión municipal. Leioa apostó hace ya seis años por este proyecto que en su día inició en Italia el pensador y pedagogo Francesco Tonucci, y que ahora empieza a ponerse en marcha en otros municipios de Euskadi.
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Entre las propuestas más relevantes de ayer, destacó, y aseguró que trabajarán en ello, la formación por parte de la Policía local a los niños para que estos recorran con más seguridad los caminos escolares recientemente activados, y que fomentan que vayan a la escuela acompañados los unos de los otros por trayectos bien señalizados, sin necesidad de que sus padres les acerquen, y velando los más mayores por la seguridad de los más pequeños. Los estudiantes quieren que los agentes les expliquen qué hacer en situaciones particulares como caídas o cualquier tipo de incidente. Urbieta recordó que hay una serie de negocios adheridos a una red local que facilita asistencia a los niños en caso de que la demanden.
Otro de los proyectos que la alcaldesa vio con buenos ojos fue la creación de un haurgune, destinado al ocio e incluso la formación de txikis de once a quince años. Los escolares adujeron que el gaztegune oferta actividades para chavales de más edad. Urbieta también valoró positivamente otra de las ideas: hacer un inventario de las viviendas vacías y darles salida en el mercado de alquiler. Les respondió que el Ayuntamiento ya trabaja en este ámbito. Pero, por encima de todo, la alcaldesa ensalzó el Consejo de la Infancia por fomentar que los niños, por ejemplo, «estudien la Carta de los Derechos del Niño y adquieran conciencia de que también son ciudadanos», al tiempo que trabajan en conceptos vinculados a la administración de su ciudad.
Parque de la salud
En este sentido, recordó que próximamente se construirá en torno a la promoción de viviendas libres de Leioandi el parque de la salud que los escolares plantearon, con zona de juegos y de deporte. Uno de los peques que participó en el Consejo fue Unai Moldes, del centro Mercedarias. Su grupo fue el que propuso que los estudiantes de 5º y 6º de primaria reciban formación por parte de la Policía para saber cómo actuar en situaciones adversas. De hecho, estiman conveniente que se les entreguen distintivos para que se les reconozca cuando recorran los caminos escolares.
Por su parte, Ainara Domínguez y Felipe Tulín, de los colegios San Bartolomé y Artaza, fueron los alumnos que, integrados en el mismo grupo, plantearon la construcción del lasergune. Aunque su idea no prosperó, les queda la esperanza de verla materializada en el futuro haurgune. Pero, como para sus compañeros, lo mejor es el gran aprendizaje que conlleva haber trabajado en equipo por una ciudad mejor.
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