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VIRGINIA URIETA
Miércoles, 12 de abril 2017, 23:31
Como agua de mayo. Aunque ha llegado en abril, así esperaban los hosteleros de Plentzia el regreso del metro después de dos años de ausencia. Las obras de soterramiento de la terminal de Urduliz habían dejado a la villa sin servicio desde abril de 2015 ... y por lo tanto, sin apenas visitantes a un municipio que obtiene buena parte de sus ingresos del turismo que atraen sus privilegiados paisajes. Ahora, los hosteleros aseguran que ya se está notando la llegada de visitantes y viajeros desde que el lunes se inauguraran las obras y la estación plentziarra recuperara la vida para volver a convertirse en el umbral de «oleadas» de usuarios para disfrutar de la playa y de las estampas idílicas que ofrece este particular enclave de Uribe Kosta.
«Ya era hora. No podemos valorar la pérdida que ha supuesto para Plentzia no disponer del servicio durante este tiempo, pero ha sido enorme y es evidente. Muchos preferían quedarse en Larrabasterra en vez de venir a la playa de aquí para no coger la lanzadera. Las queja de los asociados era que las visitas habían descendido mucho, y todo eso se ha notado en las cajas», valoró ayer Iñigo Ibarza, presidente de la Asociación de Comerciantes y Hosteleros de la villa. Aseguró que durante meses esperaban «con ganas» recuperar el metro, tanto ellos como los vecinos y hosteleros de Gorliz, porque va a repercutir considerablemente en los negocios. De hecho, «ya lo está haciendo», dijo.
Y es que desde que el ferrocarril llegara a la villa, éste siempre llevó sus vagones repletos de carga humana que «desembarcaba y llenaba el puente para acercarse al pueblo y a la playa». Y durante las dos últimas temporadas de verano, cuando el servicio permaneció cortado, «no había nada más que ver las lanzaderas que pretendían sustituir al metro para comprobar que los pasajeros habían mermado. Pero ya desde el lunes estamos notando una recuperación, sobre todo entre la gente joven, que es la que no dispone de vehículo propio y la que más engorroso e incómodo veía lo de tener que coger la lanzadera», explicó Ibarza, que señaló que el autobús era «un hándicap más que para venir, para volver.
A veces venía lleno y no paraba, entrar con las cosas de la playa era una locura Muchos preferían quedarse en Sopela o Algorta también por los atascos y las colas», afirmó.
Alemanes e ingleses
Plentzia vive ahora, eso sí, unos días atípicos. Parece que el clima está de parte del turismo, pero muchos también se han ido de vacaciones por Semana Santa. «Aun así en verano lo vamos a notar muchísimo», señaló también José García, encargado del bar Zuazua.«Ahora es más fácil venir , era muy engorroso tener que coger un autobús. Hoy (por ayer) empezará a venir más gente, se va notando ya con la visita de alemanes e ingleses», apuntó. Desde el Hotel Kaian lo corroboran. «Desde el lunes hay más movimiento en el pueblo», valoró una de las camareras. También en el bar Iturgutxi reconocieron que «antes estaba todo más parado. Hay turistas que nos preguntan por los horarios del metro, cuándo sale el último La Línea 3 también influye porque se montan desde esa zona y vienen hasta aquí, es una gozada. A partir de Semana Santa lo vamos a notar más», apuntó la encargada, Ana Ramos. «El tiempo es vital pero las buenas conexiones influyen mucho. También suele venir gente desde Bilbao, y muchos extranjeros que visitaban la ciudad y se acercaban aquí no se enteraban de que había lanzadera», aseguraba. Ahora, el metro devolverá a Plentzia los visitantes.
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