ERLANTZ GUDE
Jueves, 16 de febrero 2017, 23:47
El Ayuntamiento de Sondika dio ayer luz verde a los presupuestos para el presente ejercicio, que ascienden a 5,1 millones, un 4% menos que el pasado año. Las cuentas quedan a expensas de una posible inyección adicional, cuando se concrete la liquidación del ... Fondo Foral de Financiación Municipal, Udalkutxa. Pese a la merma del músculo financiero local, se destinan 1,4 millones a los servicios administrados desde la Mancomunidad de Txorierri, reforzando el área social, mientras que el resto del dinero restante se reparte entre los gastos de mantenimiento de la estructura municipal y los servicios que competen al Consistorio. En el apartado opuesto, más de la mitad de ingresos provienen de Udalkutxa y alrededor de 600.000 euros del cobro del IBI.
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De cara a la confección de las cuentas, el PNV abrió un proceso participativo al que se adhirieron treinta personas que de forma presencial o por correo electrónico trasladaron ochenta propuestas. Principalmente incidieron en no descuidar los servicios de jardinería, limpieza o alumbrado, además de seguir apostando por la promoción de la cultura. Otras demandas, que el Ayuntamiento espera atender en la medida que lo permita su margen financiero, son la mejora de la accesibilidad en el barrio de San Juan, la urbanización del entorno de la iglesia, la iluminación de la plaza Goiri Erdikoa y el entorno del polideportivo Artebe y la reducción de la velocidad en la calle Goiri y el barrio Julio Arteche.
EH Bildu, principal grupo de la oposición, presentó una batería de enmiendas, descartadas por el gobierno jeltzale. El alcalde Xabier Zubiaur esgrimió el «escaso» tiempo con que las habían comunicado y apeló a una reunión previa a la redacción de las cuentas, donde la coalición soberanista les trasladó cuarenta propuestas, «de las que, desechadas las doce de carácter político, analizamos las restantes y dimos el visto bueno a 17».
Ningún agroturismo
La coalición soberanista, que votó en contra del presupuesto, planteó dotar de 3.000 euros adicionales a la partida destinada al fomento de la igualdad de género y suprimir los 12.100 asignados al suplemento comarcal de un periódico vizcaíno en el apartado de gastos promocionales. El concejal abertzale Kepa Kareaga también sugirió sin éxito eliminar los 3.300 euros dedicados a la asociación de desarrollo rural Jata-Ondo, aduciendo que «solo tenemos una persona inscrita en el régimen agrario y ningún agroturismo», y la participación tanto en esta entidad como en Bilbao Metropoli-30 e Innobasque. La formación abertzale propuso, en su lugar, adherirse a Udalbiltza, «para avanzar en la construcción nacional». Tampoco prosperaron los 12.000 euros exigidos para la asociación de municipios por el euskera Uema y la revista en lengua vasca Aikor. El incremento de la partida para casos de emergencia social y la reducción de las retribuciones de los cargos y grupos políticos también se toparon con la negativa jeltzale.
La polémica sobre la amortización de uno de los tres puestos de la brigada de obras y la decisión de externalizar las funciones que venía desarrollando el operario jubilado, que ha llevado a los trabajadores municipales a protagonizar dos paros de una hora en los últimos días, volvió a ser objeto de debate en el pleno de ayer.
EH Bildu presentó una enmienda, tumbada por el PNV, para reducir a 25.000 euros los 120.000 que se destinarán a sufragar los trabajos que realizará una empresa externa y dedicar, en su lugar, 40.000 euros a contratar un funcionario interino en la plaza suprimida y otros 50.000 para implantar medidas para el fomento del empleo en la localidad. La edil del PSE, Mercedes Angulo, también manifestó el rechazo de su grupo a la externalización.
La única edil del PSE, Mercedes Angulo, que se abstuvo, leyó un comunicado en el que expresó sus discrepancias con las cuentas, «tanto en lo social como en igualdad y en las formas de contratación». Interpeló al equipo de Gobierno sobre sus políticas de promoción del empleo o de reducción de la pobreza energética y reiteró el deseo de su partido de edificar, «a poder ser en Sondika», una casa de la mujer, donde se atiendan situaciones personales.
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La polémica sobre la amortización de uno de los tres puestos de la brigada de obras y la decisión de externalizar las funciones que venía desarrollando el operario jubilado, que ha llevado a los trabajadores municipales a protagonizar dos paros de una hora en los últimos días, volvió a ser objeto de debate en el pleno de ayer. EH Bildu presentó una enmienda, tumbada por el PNV, para reducir a 25.000 euros los 120.000 que se destinarán a sufragar los trabajos que realizará una empresa externa y dedicar, en su lugar, 40.000 euros a contratar un funcionario interino en la plaza suprimida y otros 50.000 para implantar medidas para el fomento del empleo en la localidad. La edil del PSE, Mercedes Angulo, también manifestó el rechazo de su grupo a la externalización.
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