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IÑIGO SÁNCHEZ DE LUNA
Martes, 24 de enero 2017, 23:31
El último fichaje del Leioa, Sergi Arimany Pruenca, es un jugador catalán de 26 años proveniente del equipo austriaco del Kapfenberg S.V. Las circunstancias extradeportivas le llevaron a buscar nuevos aires recalando en Sarriena, gracias a las buenas artes de su director deportivo, Carlos García, quien «me habló del equipo que me iba a encontrar, me enganchó mucho el proyecto». Este delantero que ha defendido las camisetas del Llagostera, Olot, el Formentera, La Jonquera, el Palamós y del equipo alemán del F.C. Energie Cottbus, se ha marcado como objetivo «volver a sentirme futbolista, calzarme las botas, entrenar fuerte y jugar lo máximo posible» de cara a ayudar a su nuevo club y «alargar la buena racha de resultados para lograr la permanencia cuanto antes».
Ya conoce a sus nuevos compañeros y las instalaciones de Sarriena. ¿Qué sensación le ha producido este primer contacto?
La verdad es que son enormes y muy bonitas, de un nivel profesional. En cuanto al ambiente del vestuario, hacía mucho tiempo que no me encontraba algo tan agradable. Todo el mundo se interesó en si me podían ayudar en algo.
Algo que sin duda facilita mucho la integración en el grupo.
Por supuesto. Nunca he sido una persona con dificultades para adaptarme, por mi carácter extrovertido. Viviendo fuera de España, la gente es más cerrada y cuesta bastante. Solo puedo decir que el vestuario del Leioa es una pasada. Todo el mundo me lo advirtió y he comprobado que es verdad.
¿Qué le ha llevado a aceptar la oferta del Leioa?
Este año en Austria las cosas no han ido como esperaba debido a muchos problemas extra deportivos que rodeaban al club. Llevaba desde verano sin disfrutar del fútbol y cuando el director deportivo del Leioa, Carlos García, me hizo la propuesta y me habló del equipo que me iba a encontrar, me enganchó mucho el proyecto. Quería salir de allí y volver a sentirme futbolista, calzarme las botas, entrenar fuerte y jugar lo máximo posible.
Además llega a un equipo que está en un momento muy dulce.
Exactamente. Cuando me plantearon integrarme al equipo me informé un poquito y todo el mundo me hablaba muy bien del club, que está haciendo bien las cosas con un buen proyecto deportivo. A mí siempre me ha enganchado más un club que puede ser a otro que ya ha sido. Equipos que han militado en Primera o Segunda y están de bajada son peores que los que crecen deportivamente.
Me imagino que tendría más ofertas.
Sí. La ventaja que te da estar fuera es que todo el mundo se fija en ti. No es lo mismo ser un español en medio de cuarentamil austriacos, que ser un español en medio de cuarenta mil españoles, la proyección no tiene nada que ver. Tenía cositas pero me enganchó la idea de volver a la liga española e intentar cumplir objetivos, tratar de ayudar en todo lo que pueda y luego ya se verá.
- Ha hablado de objetivos. ¿Cuál es el suyo?
Todo el mundo tiene los pies en el suelo y solo piensan en la permanencia. Por lo tanto comparto ese objetivo y vamos a intentar alargar este buen momento todo lo posible, que los momentos duros ya llegarán.
¿Qué espera aportar al equipo?
No me gusta nada hablar de mí, prefiero que lo hagan los aficionados o mis compañeros y técnicos. Lo que seguro voy a aportar es mucho trabajo, ilusión y los resultados llegarán. En todos los años como futbolista he marcado bastantes goles y espero seguir así.
Me imagino que tiene ganas de debutar la próxima jornada.
No sé cómo está la situación del transfer de la ficha, espero que llegue a tiempo. A mí como si me dejan jugar treinta segundos. Lo importante es estar dentro del campo y poder aportar tu granito de arena.
¿Qué tal resultó su experiencia europea?
Un poco agridulce. El primer medio año en Austria fue increíble, creo que donde más he disfrutado del fútbol en mi vida, jugando todos los minutos y metí 10 goles en 19 partidos. Luego hice el salto a Alemania, un mundo fantástico no digo más que pagaría dinero por volver allí, resultó una experiencia brutal y tengo la espina clavada que me lesioné en un entrenamiento y una lesión que dura tres semanas se alargó a dos meses, cortando radicalmente mi trayectoria.
Entonces su ilusión sería volver al fútbol alemán.
Así es. Pero también es verdad que ahora estoy en el Leioa, y ojalá las cosas salgan bien y pueda estar años defendiendo esta camiseta. Para nada mi intención es marcharme una vez concluidos estos cuatro meses.
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