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Virginia Urieta
Sábado, 5 de noviembre 2016, 00:32
Son apenas medio centenar de metros, pero están sembrando la discordia. Uno de los accesos que se contemplaban para el hospital Alfredo Espinosa, que abrió en junio, sigue inconcluso. Hace tiempo que Urduliz ejecutó la parte que le correspondía del vial que iba a unir ... la zona con Sopela por Olabide. La carretera, en la que se volcó Urduliz, que inclusó adelantó el coste de sus presupuestos, era una entrada que priorizó el Gobierno vasco, pero el Ayuntamiento costero aún no ha movido ficha y ejecutado su «trozo».
De momento, tampoco hay fecha para ello. De hecho, el alcalde de Sopela, Gontzal Hermosilla, niega que se trate de un acceso al hospital, pese a que Urduliz licitó como tal el tramo que discurría dentro de su término municipal, en un sector, Osteiko, cuya titularidad comparten ambos municipios. Aunque será utilizado como una variante para acceder al centro sanitario, las normas subsidiarias lo recogen como un sistema local.
«No es un vial de acceso al hospital, ni está contemplado como tal, sino como un itinerario al futuro polígono industrial», insiste el alcalde. Según avanzó, su desarrollo depende de que vaya a garantizarse la seguridad en el entorno y en la propia infraestructura, «y para conocerlo es necesario un estudio técnico. Una vez elaborado, el vial se desarrollará, acorde a la legalidad y manteniendo criterios de seguridad en todo Osteiko».
Y explicó que «aunque hay propuestas sobre la ejecución de ese vial como acceso al hospital que estudiaremos, nuestro interés es desarrollar esa zona industrial».
Los vecinos agrupados en Susan, una plataforma que reclama accesos adecuados para el Alfredo Espinosa, denuncia el «grave retraso» de este acceso por Olabide y aseguran que se trata de un proyecto «ilegal, según dicta un informe de la Secretaría de Sopela, razón por la cual no se termina de hacer». El escrito critica la pretensión de Urduliz de convertir un sistema local en un sistema general de uso comarcal. De hecho, los responsables de Sopela llevaron a los tribunales a los de Urduliz por negarse a parar una obra «que invadía su término municipal», pero el nuevo equipo de Gobierno retiró la denuncia en octubre de 2015. Aun así, y pese al cambio en la Corporación, el vial sigue inconcluso.
«No hay un solo punto en el que se mencione que se trata de un vial ilegal, ni mucho menos. Sólo se explica su definición concreta, una que ya tenía antes de que se contemplara el hospital, la de sistema local», defiende Hermosilla. El concejal de EH Bildu en Sopela, Guillermo Vio, valora que el acceso sirve tanto para el hospital como para el polígono.
«Lo que nos parece una incongruencia es que se haga un acceso a una zona comercial en Berango y aquí no se termine el acceso a un hospital. Es un chiste», denunció. Mientras, los vecinos lamentan «toda una serie de despropósitos que, de momento, dejan un hospital abierto pero sin acceso ni metro ni parking, y con problemas de señalización».
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