La maleta de Artxanda contenía la cara y manos de un hombre, pero no el cadáver completo

Cuatro horas después, tras una segunda llamada, los investigadores se encontraron con un escenario más propio de una película gore que de la crónica de sucesos habitual en Bizkaia. Según ha podido saber este periódico de fuentes de la Policía autónoma, el cadáver estaba descuartizado, pero no completo. Había varias partes del cuerpo que quien lo trasladó hasta allí -fuera una persona o varias- trató de destruir y que no se pudiera identificar -o al menos complicar la labor de los investigadores-. Los agentes comprobaron que en el interior de la maleta estaban la cara, las manos y alguna parte más del cadáver, pero que faltaba el cráneo y otros órganos. Todos los restos habían quedado calcinados.

El cerco que dejó el pequeño incendio en el suelo se podía ver ayer junto a un charco de agua. El cordón policial estaba levantado y los curiosos podían merodear por allí con toda tranquilidad. Ayer, de hecho, muchos transeúntes que circulaban en coche por este barrio alto de Bilbao se detenían unos minutos para mirar el exterior del edificio y ver el aspecto del lugar donde había aparecido el cadáver.

Quienes estén detrás de este suceso se adentraron en el inmueble abandonado, que en la actualidad está lleno de desconchones, basura y pintadas, aproximaron la maleta a una puerta y le prendieron fuego con algún tipo de sustancia que aceleró las llamas rápidamente. En ese momento, en el abandonado restaurante Miramar se encontraban tres personas. Tras la puerta donde se desató el incendio se hallaban dos inmigrantes sin recursos que suelen pasar la noche allí y a los que la Policía autónoma tomó declaración el mismo sábado. En la planta de arriba habita otro hombre que también se encontraba en el lugar cuando se produjeron los hechos y con el que este periódico pudo hablar ayer.

La Ertzaintza confirmó que el cadáver pertenece a un hombre, tal y como informó este periódico en su edición del domingo. Es de los pocos datos que ha facilitado el Departamento vasco de Seguridad sobre un crimen que deja aún muchas preguntas en el aire. La principal, ¿dónde se halla el cráneo y las demas partes del cuerpo que no estaban en la maleta? Y después, ¿cuál es la identidad del fallecido?

Una cuestión esta última que tratará de averiguar el Instituto de Medicina Legal, donde permanecen los restos desde el sábado para que los forenses puedan practicar las pruebas necesarias de cara a esclarecer su identidad y la forma de la muerte. También recaban pistas para que los investigadores puedan averiguar quién o quiénes están detrás de este crimen. La Unidad Científica de la Ertzaintza tomó el sábado más de cuarenta muestras en el lugar donde apareció la maleta, aunque no está claro que todas estén relacionadas con este suceso.