La torre de control de la 'La Paloma' ha llegado a gestionar 140 vuelos al día, pero ahora apenas ronda los 13. Luis Ángel Gómez
 

A Madrid en avión por 30 euros

La escasez de viajeros debido a la crisis sanitaria obliga a las operadoras a tirar los precios, que son hasta diez veces más baratos

Jueves, 3 de diciembre 2020

Los viajes de ocio están prohibidos hasta que se levanten las restricciones de movilidad, pero los aeropuertos se mantienen operativos porque sigue habiendo necesidades de trasladados por motivos laborales, educativos, sanitarios... De ahí que las operadoras hayan decidido echar el resto y tirar los ... precios en busca de atraer a todos los clientes posibles. Si el destino es Madrid, por ejemplo, el billete en Iberia se puede conseguir desde 30 euros, es decir, hasta diez veces menos que lo que salía una reserva normal en un mes prepandemia.

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Cierto que ese es el precio de enganche. El mínimo. Porque luego la cuantía definitiva suele verse modificada por muchos factores: cuanto más cerca de la fecha de salida se reserva, más caro sale. O sube si ya queda poca disponibilidad en el avión, o si el vuelo coincide con las horas punta de actividad en el aeropuerto... Pero lo que sí es un hecho es que este periódico contrató el pasado 15 de noviembre un viaje de ida y vuelta a Madrid por 79,54 euros. Nada que ver con los 307 abonados el pasado 3 de enero por un solo trayecto, o los 603 que llegó a costar otro con regreso a Loiu incluido el 19 de febrero.

En su contexto

  • 15 vuelos diarios de media son los que contabiliza en las últimas fechas 'La Paloma', cuando antes de la pandemia rondaban los 100-120, aunque se habían llegado a registrar 140.

Esta apuesta por abaratar los pasajes como atractivo para reflotar su actividad es algo generalizado y también la practica Air Europa, la otra gran conexión aérea entre Bilbao y Madrid. Así lo demuestra que el pasado día 13 un vuelo costase 48,84 euros, pero el 8 de enero el mismo trayecto se disparase a 193,98.

Desde Iberia aseguran que, a pesar del desplome de usuarios, la clave para la recuperación de la actividad pasa por garantizar una buena oferta tanto en el numero de vuelos por destino como en unos precios atractivos. «Por eso estamos ampliando progresivamente las frecuencias en Loiu, que desde el día 15 de noviembre y hasta el 31 de diciembre han pasado de 14 a 20 semanales». Aumento que se traduce en «hasta cuatro vuelos diarios» los miércoles, según subrayan desde la aerolínea. Las salidas y llegadas, además, «cubren todas las franjas horarias y permiten a los clientes ir y volver en el mismo día, lo que facilitará los viajes de negocios».

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En Vueling también están aplicando medidas en la misma dirección y es posible comprar un billete de ida y vuelta a Barcelona hasta el 14 de diciembre por 73 euros. O uno solo de ida a partir de 35. Y a Canarias o Londres (Gatwick) desde 50. Y hay ofertas para ir a Amsterdam de hasta 90 euros, o gangas más llamativas como un vuelo de 10 euros a Andalucía o de 20 a las Islas Baleares o a la Comunidad Valenciana.

Las aerolíneas refuerzan sus servicios hasta pasar Reyes, pero luego auguran un nuevo bajón de pasajes

campaña de Navidad

A expensas del confinamiento

Hay que echar el resto porque el futuro está marcado por la incertidumbre. «Creemos que en Navidad puede haber un incremento considerable porque son fechas muy concretas», subrayan. Aunque a partir del 10 de enero, que es cuando darán por concluida la campaña navideña, desde la compañía de bajo coste auguran una situación todavía muy delicada, y por eso insisten en que «hay que dar todo tipo de facilidades».

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Este abaratamiento de los billetes, sin embargo, suele venir acompañado de diversos «inconvenientes», como las dificultades para la devolución del dinero en caso de cancelación del vuelo por parte del viajero. Las compañías aseguran apostar por la «flexibilidad» y ofrecen multitud de posibilidades para modificar reservas y cambiar de fecha, de destino o ceder el vuelo a una tercera persona sin necesidad de presentar prueba o justificante (normalmente con recargo). Pero, como reconocen los propios usuarios, «cada vez resulta más difícil que te reintegren el importe y, cuanto más económico sea el viaje, más restricciones suele tener».

Hay otras aerolíneas como Volotea, que opera también desde Loiu con más de quince destinos a nivel nacional e internacional, que han decidido, sin embargo, suspender su actividad temporalmente. De momento hasta el 17 de diciembre, a la espera también de las decisiones sobre la reducción de las restricciones de movilidad que adopte el Ejecutivo autónomo. «Decidimos parar todo tras declararse el estado de alarma y que el lehendakari Iñigo Urkullu anunciase el cierre perimetral de Euskadi», subrayan desde la compañía. En su opinión, «entendíamos que no tiene sentido que promocionásemos vuelos cuando desde las instituciones lo que están pidiendo a la gente es que se mueva lo menos posible, que no salga de sus municipios y que no les traigamos a gente de fuera».

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Sólo 13 destinos desde Loiu

Desde la propia sociedad pública que gestiona los aeropuertos españoles, AENA, confirman que Volotea no es la única operadora que se ha caído del panel de vuelos de Loiu. De hecho, a nivel nacional solo operan Air Europa, Iberia y Vueling, y a otros países TAP Air Portugal, Lufthansa, KLM y Air France. «Ahora tenemos activos solo 13 destinos, todos nacionales excepto cuatro a Amsterdam, Frankfurt, Lisboa y París, cuando en veranos prepandemia teníamos 50 y otros años por estas fechas 40», explican desde la entidad gestora de ‘La Paloma’.

Las compañías, en cualquier caso, miran por el rabillo del ojo mantener su ‘estatus’ en el aeropuerto. Porque no es lo mismo tener la ventaja de disponer de los mejores horarios de vuelos, que estar obligados a conformarse con los huecos libres que dejan los periodos ‘valle’ o de menor tránsito aéreo y que nadie quiere. Y esas posiciones las regula la Asociación Internacional de Transporte Aéreo mediante la entrega de los denominados ‘slots’, que en la práctica viene a ser la concesión de un calendario a cada operadora con sus horarios correspondientes para despegar, aterrizar y utilizar los corredores aéreos. «Sin este sistema de regulación y control, el tráfico allí arriba sería una locura», confiesan.

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Estos permisos se entregan anualmente y, «en la medida que los cumples en un mayor porcentaje (en el sector la conocen como la regla del 80-20, que dice que hay que cumplir como mínimo el 80% de los vuelos y tiempos prefijados), hay más opciones de que se los vuelvan a autorizar en las mismas o mejores condiciones al próximo ejercicio», reconocen desde Vueling. Tras la irrupción de la pandemia y la paralización del transporte aéreo, resulta imposible cumplir esos objetivos y la propia IATA ha decidido suspender temporalmente esta regulación, pero las compañías ya intentan posicionarse por lo que pueda pasar el próximo ejercicio.

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