Los despistes de Macarena García en Nueva York

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Al presentador le llamó la atención lo rápido que había tenido que aprenderse su guión, tanto que el director del filme, Pedro Collantes, «se quedó alucinado con su capacidad para memorizar», alabó Motos. Y es que el rodaje fue apresurado, pero ella sale en todos y cada uno de los planos de la película. «Al tener tan poco tiempo para hacerla, tuve que estudiar como una loca; es que tenía que ir sabiéndomelo todo muy bien», argumentaba. Es muy profesional en su oficio, pero bastante despistada en la vida real. La artista contó cómo durante un viaje a Nueva York deseaba acudir a un musical y decidió comprar la entrada por internet. «Quería ver 'Charlie y la fábrica de chocolate' y, cuando me disponía a salir hacia el teatro, puse la dirección en el buscador y no la encontraba. ¡Las había comprado para Londres en lugar de Nueva York!», desvelaba riendo. Menos mal que llamó a una amiga al otro lado del 'charco' y las pudo aprovechar.

En la ciudad de los rascacielos también vivió un momento dramático que le daba cierto pudor recordar. «Me está dando mucha vergüenza», decía algo turbada. El comunicador le instó a vencer el recato. «Estaba cenando en un japonés y teníamos una conversación muy intensa sobre documentales de crímenes y asesinatos. Yo tenía el miedo metido en el cuerpo», avanzaba. Macarena precisó que se había recogido el pelo y llevaba una prenda con capucha. «Y de repente, en el restaurante, alguien me cogió por detrás de la capucha y creía que me iban a ahogar. Yo veía que había un revuelo muy grande sobre mi cabeza», relataba. Pero aquello no era lo que parecía. «Resultó que estaba tan atenta escuchando a mi amigo que no me di cuenta de que mi coleta se había metido en una vela y se prendió mi pelo. Los de la mesa de al lado lo vieron y querían salvarme, me estaban apagando», confesó provocando las risas del personal.