Luz verde a la conservación de los colosales depósitos de Zorroza para evitar su ruina

Durante un debate en la última comisión de Cultura, Deporte y Euskera de la legislatura, PNV y PSE, partidos que sustentan el Gobierno foral, han avanzado que Patrimonio ya ha dado luz verde al proyecto presentado por la propiedad que contendría «todas las medidas necesarias» para su conservación y mantenimiento. Aun así, no han aclarado el uso que se dará al monumento, que consta de 5 plantas y dos torres que funcionaron como silos de cereal. El juntero de EH Bildu Zigor Isuskiza ha vuelto a solicitar la compra o expropiación de este patrimonio, la reparación urgente de la cubierta y de otros elementos y que una mesa intersintitucional decida su uso para poner en valor toda la zona de Punta Zorroza. Elkarrekin Bizkaia ha enmendado el planteamiento pidiendo la colaboración de los vecinos del barrio y de los expertos en patrimonio industrial.

Pero su propuesta, que ha obtenido la abstención del PP, decayó con el voto en contra del PNV y del PSE. Ambas formaciones prefieren que la Diputación presente el proyecto autorizado en Hakoba, la comisión de coordinación de administraciones públicas, y definir allí más tarde los futuros usos del edificio. Contemplan sólo como último recurso que la entidad foral ejecute las intervenciones necesarias inaplazables para la integridad del bien de forma subsidiaria, que se recargarían al propietario por vía ejecutiva.

«Ya hay un proyecto sobre la mesa que contempla todas las actuaciones que se necesitan. Lo importante es que se rehabiliten las estructuras lo antes posible, vigilar que el monumento quede rehabilitado y después decidir entre todos el uso que se le dará. Uno que sirva para poner a Zorroza, barrio de Bilbao, en el lugar que se merece», ha defendido el socialista Jesús Ortiz. Después de que la oposición censurara la supuesta permisividad del Departamento de Cultura con los dueños por los aplazamientos concedidos y censurara que la posibilidad de realizar obras de forma subsidiaria – prevista en la ley al igual que la expropiación– siempre ha estado ahí, el jeltzale Mikel Bagan ha defendido que «es la propiedad quien en primer término debe realizar las labores. La Diputación ha actuado siguiendo el esquema legal: requiriéndoselo. Ahora lo que toca es estar pendientes de la reforma y ya veremos en el futuro lo que acontece», ha zanjado.

«Estamos demorando esto sine die», ha denunciado Isuskiza, que ha lamentado que no se avancen acciones que vayan más allá de «una reforma cosmética». Cuestionó además si tendría financiación o ayuda foral. «Sabemos que hay un problema con la propiedad y que la Diputación tendrá que tomar cartas en el asunto tarde o temprano. Sin conocer el proyecto no podemos darle un cheque en blanco porque estamos corriendo el riesgo de que el edificio pueda derrumbarse». Héctor Fernández, de Elkarrekin Bizkaia, ha lamentado que el plan de reforma «llegue tarde». Ha recordado que Diputación podía haber actuado antes para frenar el deterioro del monumento y que «le faltó voluntad», replicando ahora su actitud de «esperar y dar margen a unos propietarios con los que ha tenido manga ancha». Desde las filas del PP, Esther Fernández, ha alegado que desde la entidad foral han sido «muy benévolos, magnánimos, clementes, con la propiedad. Y se podría haber ido un paso más allá. Así que teniendo en cuenta los antecedentes, esperamos que el plan de reforma no sea ilusorio».

Por otro lado, la comisión ha aprobado por unanimidad, a propuesta de Elkarrekin Podemos, instar a la Diputación a solicitar al Ministerio de Hacienda y Función Pública la cesión de la antigua cuadra/taller de la mina «Peñusco Mendiola» en Abanto-Zierbena, actualmente en manos del parque empresarial ABRA (SEPIDES), al Museo de la Minería del País Vasco para su integración en el proyecto.

El Museo pretende mantenerla y dignificarla consignificándola dentro del proyecto museístico que manejan. La boca de la mina a la que estaba adscrita esta construcción se encuentra en el mismo espacio que el antiguo edificio del matadero en el que se asienta el Museo de la Minería del País Vasco.