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Loiu incorporará la próxima primavera un radar capaz de detectar aves en el entorno. Será el primer dispositivo de estas características instalado en un aeropuerto civil español, según las fuentes consultadas. Existen varios en Estados Unidos y también es conocido el de Schiphol (Amsterdam), ... pero su utilización en el resto del continente europeo es muy infrecuente. ¿Por qué necesita Bilbao esta herramienta? Desde hace dos años, la preocupación de los pilotos es máxima por la proliferación de buitres en la principal ruta de aproximación a 'La Paloma', la que se traza desde Durango. En 2018 se dieron dos episodios de colisiones con grandes carroñeras. En el primero de ellos, restos de la turbina derecha cayeron sobre un área habitada de Zamudio. En el segundo, el aparato, que acababa de despegar, se vio forzado a regresar de urgencia porque había perdido un motor tras el impacto. Una situación para la que los pilotos están entrenados pero que no deja de considerarse como un aprieto muy serio.
El pasado 17 de agosto volvió a suceder. Otra aeronave chocó con un buitre leonado a 12 kilómetros de Loiu. Hubo mucha suerte porque el animal golpeó la carcasa del propulsor. Parte de sus restos se introdujeron en el ventilador de reactor pero no alcanzaron su corazón.
Este último incidente reabrió el debate sobre la presencia de estas rapaces en Loiu. Las medidas tomadas hasta la fecha (coordinación entre instituciones, campañas de sensibilización para quitar el ganado muerto del campo cuanto antes e incluso el cierre de un matadero clandestino en Lezama) parece que no han sido del todo efectivas. Los avistamientos se siguen produciendo, casi a diario, sobre todo en verano.
Así que la entidad que gestiona los aeropuertos públicos españoles (Aena) ha decidido ahora dar un paso más y va a comprar el radar para detectar aves. Una reivindicación que planteó, en primer lugar, EH Bildu y que, un día después, los alcaldes del entorno del Txorierri llevaron de forma oficial a Madrid. En un primer momento, la propuesta no fue siquiera considerada. Fuentes de Aena valoraban que no iba a ser efectivo por la orografía y la posibilidad de que la operativa arroje muchos falsos positivos.
Ahora, la sociedad dependiente de Fomento da un giro radical y comprará el radar. Ya ha reservado el dinero necesario (1,04 millones de euros) y ha iniciado los trámites para encontrar a un proveedor. La búsqueda de ofertas se cerrará la semana que viene y se espera que el radar, si todo va bien, pueda estar en funcionamiento en primavera. Eso sí, Aena ha introducido una salvaguarda en el contrato: si transcurrido un año y medio desde su colocación, los resultados no fueran buenos, el aparato se podría devolver y recuperar 667.000 euros.
¿Acabará con el problema de los buitres? Habrá que ver. El radar se controlará mediante un sistema informático y se podrá avisar a pilotos y controladores de la presencia de carroñeras (también de aves más pequeñas) para que lo tengan en cuenta. La información, bien procesada y transmitida, puede ser de gran utilidad. Su alcance será de 10 kilómetros. Es decir, el barrido rondará las siete millas en horizontal y los 3.300 pies de altura (1.000 metros). El último incidente, por ejemplo, se produjo a 12 kilómetros de la pista, fuera de su cobertura.
Uno de sus puntos fuertes será que el 'software' que se empleará es capaz de acumular valiosos datos sobre los lugares más frecuentados por los buitres, las horas del día con más avistamientos y su trayectoria y velocidad.
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