La lluvia y el frío llenan los mercados y grandes superficies de Bilbao

El frío y la lluvia han jugado un papel importante a la hora de llenar los mercados de abastos. Las grandes superficies comerciales, como las de Barakaldo, también han registrado una gran afluencia desde primera hora de la mañana. Desde que se decretó la limitación de movimientos y el cierre de la hostelería por la segunda ola de la pandemia del Covid-19, las tiendas de alimentación se han convertido en unos de los sectores más visitados. Pero donde más se ha notado esta mañana este crecimiento ha sido en los locales cerrados. De hecho, en torno a las 11 de la mañana, mientras La Ribera estaba de bote en bote, en el mercado de productos locales del Arenal, que se suele organizar cada dos fines de semana, no había mucha gente. En el Mercado de Navidad, más expuesto a la lluvia, tampoco había casi nadie.

En el Casco Viejo el panorama era similar. Las pescaderías de la calle Askao y el ultramarinos Gregorio Martín, en Arte Kale, sí tenían por momentos una cola considerable de clientes. En un sábado frío y lluvioso, la gente prioriza la «calidad» del producto, aunque tenga que esperar unos minutos, para poder disfrutar luego tranquilamente en sus casas, explica Andoni, mientras aguarda su turno para comprar un «buen bacalao».