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De izquierda a derecha, Guillermo Dorronsoro, Iván Martén, Joseba Iriondo, José Galíndez y Sara Jainaga en la Sala BBK de Bilbao. jordi alemany
«Lideramos la sostenibilidad para salvar el mundo cuando Asia quema carbón a muerte»

«Lideramos la sostenibilidad para salvar el mundo cuando Asia quema carbón a muerte»

Un foro organizado por la Fundación BBK analiza los retos competitivos de la transición energética para la industria vasca

Sergio Llamas

Viernes, 8 de noviembre 2024, 00:56

El desarrollo económico y la transición energética no son objetivos incompatibles, pero todavía tienen que aprender a convivir y hacerlo sin la presión de unos calendarios impuestos desde Europa que amenacen la competitividad. Así lo reflejaron ayer en la primera de las tres mesas de diálogo organizadas en la cuarta edición de BBK Trends, una Bizkaia próspera, a la que siguieron una Bizkaia verde y sostenible y una Bizkaia intergeneracional. Juntas ayudaron a definir los retos y oportunidades que marcarán las tendencias del territorio en cuestiones económicas, climáticas y sociales.

«Vivimos en un mundo donde las tendencias globales impactan en cada rincón del planeta, pero creemos que también es importante darles una mirada local», presentó la directora de la Fundación BBK, Nora Sarasola, en la apertura de un encuentro moderado y dirigido por el periodista Joseba Iriondo. Éste abrió el debate abordando la profunda transformación del sector industrial vasco ante el reto de la descarbonización, en medio de una brutal competitividad internacional que ya no permite «hacer las cosas en Bizkaia como hace 25 años».

«Vivimos en un mundo en el que las tendencias globales impactan en cada rincón del planeta»

Nora Sarasola

Directora de la Fundación BBK

«La transformación en nuestro sector industrial no es nueva. La empresa vasca siempre ha llevado en el ADN la sostenibilidad a medio y largo plazo», recordó el consultor de Zabala Innovation y profesor en la Deusto Business School, Guillermo Dorronsoro. Los cambios en Bizkaia se vienen produciendo por tres vías diferentes. La primera, a «nivel normativo», parte de las obligaciones a las grandes empresas para cumplir los objetivos fijados en Europa. La segunda repercute «en la cadena de valor», con las compañías exigiendo a sus proveedores objetivos cumplidos en materia de descarbonización. «Y por último hay también una mirada generacional, con una preocupación por el medio ambiente y la sostenibilidad que llevan dentro y que al final calará en la empresa», enumeró.

Sara Jainaga, directora de sostenibilidad en Sidenor, ofreció un ejemplo práctico nacido en sus acerías. «Somos sostenibles de origen porque nuestra materia prima es chatarra que recuperamos», ejemplificó. Además, un 86% de sus residuos -serán el 90% para 2025- se revalorizan, y de los 600.000 megavatios de energía eléctrica que demanda, un 80% proceden de energía renovable -en dos años aspiran al 100%-. «Para 2030 prevemos sustituir todos nuestros carbonos fósiles por elementos neutros y trabajamos mucho para la electrificación de procesos, pero no todos los procesos son electrificables», advirtió recordando que muchas tecnologías prometedoras en desarrollo, aún «no no son reales ni sostenibles económicamente».

«Pasados de frenada»

La acería de Sidenor tiene a la automoción como principal sector, y ahí Jainaga es muy clara. «En Europa hemos decidido liderar la sostenibilidad, pero nos hemos pasado de frenada», criticó al comparar el mercado con EE UU o China. Allí el ritmo es otro «y eso nos hace competir en desigualdad de oportunidades». «Lideramos la sostenibilidad y queremos salvar el mundo con el coche eléctrico, cuando en Asia están quemando carbón a muerte porque no tienen las mismas exigencias medioambientales», alertó.

«Aquí ya tuvimos que reinventarnos y lo hicimos en un marco de 25 años. A veces se nos olvida»

José Galíndez

Presidente de EKI

Iván Martén, presidente del instituto de competitividad Orkestra y otro de los expertos llamados a la mesa, defendió que aunque Euskadi se compone de un gran tejido de pymes «muy perjudicadas» por los procesos de regulación existentes, también arrastran un evidente «compromiso por ser parte de la transformación» más allá de las obligaciones regulatorias. Además el territorio soporta un coste más elevado por la energía, lo que ha llevado a la industria vizcaína a desarrollar procesos con «menores consumos energéticos por tonelada construida para poder competir».

El presidente de la Fundación EKI, José Galíndez, fue la cuarta parta de la mesa de expertos y defendió que «la revolución de Bilbao habla por sí sola» tras la pérdida de los diferentes altos hornos que había espolvoreados por Vizcaya. «Todo eso lo tuvimos que deshacer y reinventarnos otra vez. Eso se hizo en un marco de 25 años y fue una transformación que a veces se nos olvida», animó.

«No solo es proteger lo que tenemos, sino recuperar lo perdido»

El verdadero reto climático no debería limitarse a minimizar daños, si no a generar un espacio natural capaz de afrontar los desafíos por venir. Así lo detalló ayer la periodista especializada en sostenibilidad, Adela Úcar, durante el foro BBK Trends. «No solo es el momento de proteger lo que tenemos, sino de recuperar y restaurar lo que hemos perdido», defendió.

Ibon Galarraga, Adela Úcar, Joseba Iriondo, Jon Kortajarena y Aitana Ávila. j. alemany

La segunda mesa de la jornada centró su debate en la sostenibilidad y atrajo a especialistas como el investigador del Centro Vasco para el Cambio Climático (BC3), Ibon Galarraga. «Hay muchas decisiones que se tenían que haber adoptado hace 30 o 40 años y que se están tomando ahora. Vamos tarde, muy tarde, y no solo en el resto del mundo. También en Bizkaia», alertó. No fue su única advertencia. Además señaló que los desastres naturales «cada vez van a ocurrir con más frecuencia y con más fuerza».

Más allá de las grandes medidas, la cita recogió ejemplos reales como los del modelo, actor y activista Jon Kortajarena, que no dudó en criticar al actual sector textil por su impacto medioambiental. «Tenemos que buscar formas de consumo menos dañinas, como heredar ropa. Hay que darle un nuevo valor a ese concepto y reeducarnos como consumidores», defendió.

Por su parte, la propietaria de La cocina de Aitxu, Aitana Ávila, recordó que la gastronomía es una fuente de riqueza gracias al turismo que atrae hacia Euskadi y que su fuerza reside en «un gran recurso de alimentos naturales de kilómetro cero» que suelen verse en espacios como el Mercado de la Ribera o en las ferias tradicionales con las que BBK suele colaborar en Bizkaia.

Una Bizkaia más intergeneracional

Es una barrera invisible y fácil de atravesar, pero en ocasiones la distancia entre generaciones parece infranqueable. Así lo cree la gestora cultural, actriz e ilustradora Ane Pikaza, que ayer intervino en la última mesa del foro organizado por BBK. «Hay lugares de encuentro que nos hemos empeñado en separar y algunos quizás sean irreconciliables, pero también hay espacios donde entramos todos», reconoció Pikaza, quien apostó por hallar fórmulas para que «todo el conocimiento previo tenga donde caer».

Maitane Alonso, Ane Pikaza y Félix Linares durante el debate que cerró la jornada.

Al periodista y crítico Félix Linares, «jubilado desde hace un mes» pero con una intensa actividad en plataformas como Youtube, le tocó representar el papel de veterano. Ayer defendió que «la cultura» puede cumplir una función perfecta como vehículo entre generaciones y ser un «aglutinador» de formas en las que vivir la vida. «También es cierto que hay un cierto 'edadismo' en la cultura. A veces las nuevas generaciones descubren cosas que ya están descubiertas», incidió.

No fue su única reflexión. «Hay una frase muy utilizada por gente mayor que es: 'Yo ya no leo, releo'. Mi pensamiento es que eso es un poco tonto, porque así no aprendes nada nuevo», lamentó Linares en un foro en el que reivindicó una actitud más fresca y abierta al descubrimiento.

Comer con los abuelos

La investigadora, co-fundadora de Innovating Alimentary Machines y médica a punto de enfrentarse al examen MIR, Maitane Alonso, de solo 23 años, encandiló al público con unos ambiciosos planes de futuro que tienen un claro compromiso sellado. «Siempre he defendido que la inspiración te pille trabajando, pero los viernes para mí es fundamental salir siempre 15 minutos antes para comer con mis abuelos», destacó.

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