La «lección de humildad» de los Bomberos de Bilbao desplegados en La Palma

Jon es uno de los bomberos que acaba de aterrizar en Bilbao. En una conversación con EL CORREO, explica las labores a las que se han dedicado durante estos días. Su grupo ha trabajado en la parte norte de la colada, que ha sacudido de lleno la vida de miles de palmeros. Entre otras cosas, han paleado kilos y kilos de ceniza en los barrios que fueron evacuados ante el temor de que lava pudiese llegar hasta allí. Han tomado mediciones de gases en los pueblos 'fantasma', que siguen cerrados por los gases tóxicos que se desprende de la lava subterránea que no se ha enfriado del todo. «En algunos puntos los niveles de oxígeno en el aire apenas rondan al 14%», explica Jon.

E incluso han subido hasta la cumbre del volcán apoyando a un grupo de vulcanólogos. Lo que vieron allí les ha impactado. Es «espectacular». Apenas han sobrevivido unos árboles que se levantan sobre un inmenso manto de ceniza gris. También les han sorprendido los llamativos colores que se pueden percibir en el aire por los elementos químicos de los gases que emana el volcán. Pero lo más impresionante es que, después de semanas de actividad eruptiva, ha aparecido una 'nueva montaña' erigida sobre toneladas y toneladas de lava. Este pico se levanta sobre una vaguada en la que no antes no había nada, en una de las laderas de Cumbre Vieja. Alcanza los 1.100 metros.

Los Bomberos de Bilbao han «aprendido» muchísimo de esta experiencia. Pero hay algo que destacan sobre cualquier otra cosa. La «lección de humildad» que han recibido de sus compañeros de La Palma, con los que han estado trabajando «codo con codo». Paleando toneladas de ceniza para conseguir desenterrar barrios enteros. «Ellos son los auténticos héroes». Jon explica que los Bomberos de La Palma no son profesionales y sufren de falta de medios. A pesar de estas malas condiciones profesionales, llevan 4 meses trabajando casi sin descanso. «Lo suyo es pura vocación», recalca. En un momento en el que ya se han retirado muchos de los servicios de emergencia que acudieron a La Palma -el último grupo de la UME se retiró el lunes-, Jon advierte que «todavía queda mucho trabajo». Y pide que «no se olvide» ni se deje de lado a los profesionales que van a tener que seguir trabajando para paliar las consecuencias de la erupción.

La colaboración de los dos equipos de Bilbao que han estado ahora en La Palma ha sido posible gracias a la relación de Ignacio García, jefe de operaciones en la capital vizcaína y geógrafo especializado en riesgos naturales, con profesionales de las islas. Ignacio ya estuvo apoyando en la La Palma a finales de septiembre. En ese momento, la erupción estaba totalmente descontrolada y de lo que se trataba era de trazar «posibles ventanas de actuación operativas» para los bomberos y posibles «intervenciones quirúrgicas» para tratar de salvar elementos estructurales de la isla. En las últimas semanas la situación era distinta, pero volvieron a recurrir a él para ver si los Bomberos de Bilbao podían ayudarles.