Un lavado de cara para la antigua terminal de Sondika

Los viajeros de esos vuelos, por lo tanto, tienen como primera y última imagen de Bilbao la antigua terminal, que lleva cerrada más de 20 años. El tiempo se ha detenido en estas instalaciones, en cuyo interior aún se puede ver apilado el antiguo mobiliario -mesas, sillas, butacas...- y los mostradores de facturación. Fuera, la maleza ha recuperado su espacio y el edificio languidece abandonado.

Una imagen que en los próximos meses cambiará. Los responsables del aeropuerto tienen entre manos un proyecto para someter a un lavado de cara a la antigua terminal para «darle una segunda vida». La idea es derribar un pequeño anexo al edificio principal y reconvertir este último en una zona de estancia «en condiciones» para que esos pasajeros puedan utilizarla y, además, completar los trámites burocráticos necesarios con mayor comodidad y agilidad. Las obras, que comenzarán a ejecutarse lo antes posible, también incluirán una mejora del asfalto de la calle de rodaje de los jets.

Con esta pequeña actuación, impulsada en cierta manera por los buenos datos de llegada aviones privados de los últimos meses, Sondika también podrá postularse como un destino de paquetes vacacionales de alto nivel y potenciar la llegada de más aeronaves de este tipo.