La parada del metro que se construirá en el Hospital de Galdakao contará con un cañón de salida en el camino Laminarrieta, junto al río Ibaizabal, puerta de entrada a Usansolo. M. Cecilio

Una lanzadera unirá Usansolo con la Línea 5 del metro, que se acercará al centro urbano

El Gobierno vasco modifica el proyecto de la estación del Hospital para alargar el cañón más cercano a la localidad tras las demandas vecinales

Sábado, 2 de marzo 2024, 00:54

El Gobierno vasco ha decidido modificar el proyecto original de la Línea 5 del metro en el entorno del Hospital de Galdakao. La estación que va a ejecutarse en el centro sanitario pasará a contar con un cañón de salida más largo para acercarlo a ... Usansolo. La boca de entrada al suburbano que se planteaba en esa zona se extenderá 100 metros y quedará situada a las puertas del núcleo urbano, justo antes del cruce del Ibaizabal. La presencia del río complicaba y encarecía una ampliación mayor, según los estudios realizados.

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Las cifras

2029 es el año

en el que entrará en funcionamiento la parada del hospital. La L-5 llegará al centro de Galdakao un año antes.

5,7 millones extras

supone ampliar el cañón de Usansolo y poner en marcha el servicio de autobuses eléctricos.

Los vecinos podrán llegar al 'fosterito' de Usansolo andando o mediante un servicio de lanzadera que funcionará cada ocho minutos. Tendrá un recorrido circular con tres paradas: una en la puerta del metro, otra en Pertxin Bidea, el centro del municipio, y la última en la N-240 en Gorosibai, accesible para los barrios más alejados, la zona industrial e incluso para los residentes de la localidad aledaña de Bedia.

El cambio ha sido avalado ya por la Diputación, cofinanciadora de las obras de ampliación del metro, y fue dado a conocer hace varias semanas a la Comisión de Seguimiento de la Línea 5, de la que también forman parte el Consorcio de Transportes de Bizkaia y la dirección del suburbano. En ese encuentro se puso sobre la mesa un estudio de alternativas para mejorar la conexión con Usansolo que el Departamento de Transportes que lidera el socialista Iñaki Arriola encargó a la ingeniería Sener el año pasado a petición del Parlamento y de las Juntas Generales.

En el origen de todo este proceso aparece una queja de los vecinos de Usansolo, que empezaron a movilizarse cuando conocieron que la construcción de la L-5 iba a suponer la clausura de la estación que EuskoTren tiene en el centro de la localidad. La alternativa que se les ofrecía originalmente era contar con un cañón de acceso a la futura parada del metro en el Hospital más alejado, en una zona que consideran «insegura». Especialmente, de noche.

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La lanzadera

El bus funcionará cada 8 minutos, parará en el centro y en la N-240 para conectar con otros barrios

Justo antes de la precampaña de las municipales y forales, la demanda ciudadana fue asumida por todos los partidos en las instituciones. El trazado de la L-5 (Basauri-Galdakao-Hospital) estaba definido desde 2012 y sus obras están a punto de arrancar, pero se pidió a la consejería de Transportes que le diera una vuelta. En el análisis de Sener se han barajado tres alternativas de ampliación y una cuarta que suponía dejar el proyecto tal como estaba pero habilitar una lanzadera desde Usansolo hasta el centro sanitario.

La primera planteaba ejecutar una nueva estación en el centro de Usansolo, pero ha sido descartada por el alto coste que suponía -43 millones- y la «baja densidad» de usuarios que aportaría. En Usansolo residen ahora mismo 4.700 vecinos y se estima que su desarrollo urbanístico le hará llegar a 7.100 los próximos años. La segunda opción era extender el cañón de acceso de Usansolo, uno de los tres que tendrá la parada del Hospital, hasta el centro urbano. Una obra compleja por la necesidad de excavar bajo el río y el municipio que costaría 17 millones.

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El estudio

La ingeniería Sener ha elaborado un análisis que ofrecía cuatro alternativas para extender la L-5

Un tapiz rodante

La tercera alternativa ha sido la elegida por su «sencillez constructiva», el «coste acotado» y porque «mejora el acceso» a la mayor parte de los vecinos de Usansolo. En esencia, el cañón de acceso deberá ampliarse de los 140 metros iniciales a 240 y superar la inclinación del 4% que separa la mezzanina del hospital -la estación- del entorno del Ibaizabal.

La solución adoptada no es nueva, ya se ha usado por ejemplo en la estación del Casco Viejo o en infinidad de aeropuertos: la galería de acceso al suburbano contará con dos tapices rodantes de 100 metros de longitud que facilitarán la llegada al vestíbulo del metro. El cambio de planes tendrá un coste extra de 5,7 millones. Un total de 2,8 deberán añadirse al presupuesto aprobado para la L-5 (232 millones) mediante un modificado y las cuantías restantes corresponden a la ejecución de las tres marquesinas de la lanzadera y la adquisición de dos autobuses eléctricos para completar la ruta.

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