Mikel Ormazabal, director general de Kristua Eskola, respira hoy mucho más tranquilo tras el preacuerdo sellado ayer y que pondrá fin este lunes a la huelga en la educación concertada. «Nuestro objetivo era lograr un acuerdo sí o sí. Estamos satisfechos. Hemos puesto ... todo por nuestra parte y creo que también ha habido voluntad en la parte sindical», agradeció. A su juicio, «ha resultado fundamental la figura del mediador, cuyo trabajo ha sido extraordinario, excepcional, y ha permitido desbloquear una situación de bloqueo absoluto», valoró. «El mediador Iñaki Varas, y también Tomás Arrieta y Yolanda Zarandona, del CRL, han sido claves para acercar posturas. Sin ellos, no sé si habríamos llegado a un acuerdo», reconoció. Con todo, insiste en que «ha habido voluntad de las partes, porque sin ella no habría valido de nada».
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La normalidad regresará a los colegios concertados el próximo lunes y tocará a uno y otros recuperar la normalidad. «Hubiéramos querido un acuerdo hasta el año 2023 pero la parte sindical ha preferido que sea hasta 2021. Tenemos dos años para reconstruir puentes y superar esas situaciones de negatividad en los centros. Tenemos que acercarnos y reconstruir relaciones», apuntó el responsable de Kristau Eskola. Según Ormazabal, ayudaría «una visión de la educación concertada lo más cercana a la realidad en ambas partes. Necesitamos una mirada común sobre cómo y dónde estamos para acometer las mejoras. Queríamos ese análisis no para negar mejoras sino para hacernos conscientes de la situación».
Kristau Eskola asume las subidas económicas de los salarios «y al Gobierno vasco hay que agradecerle su gran apoyo en el plan de prejubilaciones y recolocaciones que en un primer momento fue rechazado por las centrales sindicales aunque nosotros siempre dijmos que era bueno e importante». En las subidas salariales «no podía entrar el Gobierno». «Los elementos gordianos eran sueldos, jornada y carga de trabajo, recolocación y jubilación parcial». En los salarios, según Ormazabal, «ha habido un esfuerzo por evitar el maximalismo y por llegar al punto de encuentro entre las dos miradas. Ese ha sido el gran cambio».
Kristau Eskola confía en que el resto de patronales y sindicatos (LAB y UGT) se sumen al acuerdo y Ormazabal lanza un mensaje para las familias. «Hay que agradecerles la paciencia que hemos sentido. Sentimos que no haya podido llegar el acuerdo antes de la huelga. No puedo decir más que gracias a todos ellos por su saber estar en estos momentos tan difíciles y de incertidumbre también para ellos».
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