«Los Kennedy valoramos más a indígenas que a reyes»

- ¿Qué hace en Bilbao?

- Considero fundamental llegar al corazón del País Vasco para trabajar con jóvenes, pero también con profesores, en la promoción de los derechos humanos. Cuando llegué por primera vez a Madrid pensé 'Bilbao debe ser el segundo sitio donde implantar este programa educacional'.

- ¿Hace mucha falta?

- La educación y la protección de los derechos humanos es clave. Los jóvenes no solo deben conocerlos, sino fomentarlos.

- ¿Por qué se violan con tanta frecuencia?

- La Declaración Universal de los Derechos Humanos fue la respuesta a las atrocidades que los nazis cometieron sobre millones de judíos.

- No aprendemos.

- Que todavía se vulneren solo supone el fracaso de los Estados. Su responsabilidad es garantizarlos, pero no lo han hecho.

- ¿En qué países se vulneran con más frecuencia?

- En lugares donde han salido de una guerra o mantienen conflictos bélicos. Sin embargo, me da igual el dónde y el número de víctimas, aunque Sudán es un ejemplo donde se violan muchísimo los principios más elementales.

- ¿Niños, mujeres y pobres siguen siendo las grandes víctimas?

- Esa pregunta se contesta, por desgracia, con un sí contundente.

- ¿Cómo se puede combatir esa situación?

- En nuestra fundación consideramos principal la educación. Es lo que hacemos, sobre todo, en España. Sin embargo, fuera de aquí denunciamos a gobiernos. Ganamos en Colombia el primer juicio en la historia de América Latina por considerarle responsable del asesinato de un periodista. Se creó la ley y forzamos al Gobierno colombiano a asegurar la protección de los periodistas.

- ¿Cómo se lucha contra los regímenes dictatoriales?

- En los años 80 casi toda América estaba bajo dictaduras militares de derechas. Ahora casi no existen. Tampoco el 'apartheid' en Sudáfrica. Parecía que no había ninguna esperanza de detener esta barbarie, pero se demostró que sí.

- ¿Qué sucedió?

- Volvemos a la importancia de educar en los derechos humanos. Por eso es tan importante trabajar con estudiantes de todo el mundo.

- Con su activismo, ¿se ha granjeado más amigos o enemigos?

- Ja, ja. Muchos más amigos.

- ¿Cómo valora su influencia?

- Ni pienso en ello. Me siento honrada y afortunada por trabajar con las personas más valientes del mundo que se enfrentan a torturas y muertes.

- ¿Hacia dónde se encamina EE UU en las próximas elecciones?

- Tenemos un candidato que se permite decir que va a ser un dictador al día siguiente de ganar, si lo logra, y que va a mandar a Hacienda y al Ejército a la gente que le molesta y no está de acuerdo con él. A miembros del Congreso, como Adam Schiff y Nancy Pelosi, les ha llamado enemigos del Estado. Hay que tomar sus amenazas con bastante seriedad.

- ¿Confía en Kamala Harris?

- Va a recabar más votos, pero no sé si serán suficientes.

- ¿Hasta cuándo habrá que esperar para que una mujer llegue a la presidencia de su país?- Espero que no se tarde demasiado. Donald Trump es un peligro claro para nuestro país y para todo el mundo.

- Kerry, su aspecto físico le delata.

- Ja, ja. ¿A qué se refiere?

- No puede negar que es una Kennedy.

- Ja, ja. Pues de niño mis hermanos me fastidiaban a todas horas. Decían que yo era adoptada, que pertenecía a otra familia y que no era una Kennedy. Así que no sabe lo feliz que me está haciendo ahora mismo. Muchas gracias.

- ¿Qué significa llevar este apellido?

- De pequeña no pensaba en nada de esto. Tenía todo lo que podría esperar una niña. Tuve una infancia hermosa y amable. En mi familia hubo muchísimo amor y abundó una fe muy profunda. Los valores de los Kennedy eran muy importantes para mí. ¿Le pongo un ejemplo?

- Por supuesto.

- Desde niña fui muy fan de la justicia. Estaba obsesionada con un mundo más justo. Ni yo misma me explicaba cómo podía ser así y de dónde sacaba semejantes ideas con solo 4 o 5 años.

- ¿A qué lo achaca?

- Es muy simple. Por casa pasaban Dolores Huerta (líder del Sindicato de Trabajadores Agrícolas de América), Martin Luther King, John Lewis, promotor de la manifestación 'Domingo Sangriento... Gente así. Mis padres valoraban a estas personas más que a nadie. Recibían a activistas indígenas a todas horas. Les consideraban las personas más valientes e importantes de la tierra. Le gustaba tratar con ellas más que con reyes y presidentes.

- Hablando de reyes, Europa mira con fascinación a los Kennedy. Les consideran lo más parecido a una monarquía.

- Se lo agradezco profundamente. Mi familia ha dado su vida, literalmente, para servir a la ciudadanía. Gente como mi tío John, mi padre y, por supuesto mi madre, que falleció hace muy poco. Todos hubieran preferido ser recordados como personas democráticas y no monárquicas.