Las Juntas piden apoyo para «las plantaciones forestales» ante la crisis del hongo que ataca los pinos

La Cámara vizcaína ha aprobado hoy un documento clarificador: «Las Juntas Generales instan a la Diputación a apoyar a las plantaciones forestales de Bizkaia, como industria creadora de riqueza de empleo, y a impulsar su mantenimiento y su gestión con criterios de rentabilidad y sostenibilidad». El texto, propuesto por EH Bildu y el Grupo Mixto, ha sido respaldado por los dos grupos que apoyan al Gobierno foral, PNV y PSE.

No es un secreto que hay una preocupación creciente en el Palacio foral por la que es conocida, coloquialmente, como 'la peste del pino'. En el Departamento de Sostenibilidad y Medio Rural reconocen que todavía no han encontrado «un producto autorizado» que «frene» o sirva de «tratamiento preventivo».

El debate celebrado hoy en Gernika ha servido para mostrar que la visión sobre este problema es compartida por la mayoría si bien existen algunos matices. Desde EH Bildu, Arantza Urkaregi criticó «el lugar adonde nos ha llevado la política forestal por la panacea del monocultivo» y reclamó «diversificar y apostar por especies autóctonas». El popular Javier Ruiz recordó que esta industria sostiene unos 9.000 empleos en Bizkaia y 20.000 en el conjunto de Euskadi.

Ekain Rico lamentó no haber alcanzado un acuerdo mayor, aunque advirtió que «no hay muchas diferencias entre los grupos». El apoderado socialista admitió una afección del 25% en entre los pinos. Neskutz Rodríguez, portavoz de Podemos, reclamó «reorientar las ayudas y buscar un cambio de modelo».

El jeltzale Jon Andoni Atutxa defendió «tener en cuenta las 132.000 hectáreas de suelo forestal, tanto la parte pública como privada». Atutxa reclamó «no ser alarmista, porque el sector tiene futuro y los expertos nos dicen que en dos años se podría sanear el porcentaje afectado». Arturo Aldecoa, del Grupo Mixto, defendió que «el problema radica en el monocultivo, porque cualquier plaga o insecto que ataque a la especie la pone en riesgo en pocos meses». Y pidió «una actuación rápida, ya que estos hongos secan el pino con mucha rapidez y, si no se corta en pocos meses, se convierte en un peligro en el monte».