Las Juntas se constituyen el día 22 y Etxanobe podría ser designada en julio

El primer pleno de la legislatura en Gernika servirá para que todos los junteros tomen posesión de su escaño y, sobre todo, para la elección de la presidenta y del resto de componentes de la Mesa, el órgano de gobierno de las Juntas. En el primer caso la duda puede darse ya por resuelta: Ana Otadui, exaldaldesa de Elorrio y máxima autoridad de la institución durante los últimos ocho años, volverá a ponerse al mando. El PNV anunció su candidatura meses antes de la cita con las urnas, y el pacto de colaboración firmado con el PSE garantiza que tendrá los apoyos necesarios.

Lo que no está tan claro es lo que pueda ocurrir con los otros cuatro asientos de la Mesa. Todo hace indicar que una de las vicepresidencias será para los socialistas y otra para EH Bildu, como en el mandato anterior, y que Otadui estará acompañada por otro juntero jeltzale en una de las secretarías. La otra es la que genera dudas. El PP va a reclamar el puesto que ostentaba hasta ahora Elkarrekin Podemos tras superarle en representantes y votos y convertirse en la cuarta fuerza territorial en las elecciones de mayo. La decisión está en manos de la mayoría que suman PNV y del PSE.

Una mayoría que también garantiza que Elixabete Etxanobe será investida diputada general. El pleno de designación aún no tiene fecha, y no la tendrá hasta que las Juntas se constituyan la semana que viene, por lo que el nombramiento podría posponerse hasta la primera semana de julio.

Tras la sesión de constitución de la semana que viene las Juntas Generales deben convocar un segundo pleno de puro trámite en el que se validará que todos los apoderados cumplen los requisitos y no existen incompatibilidades para que puedan ejercer como parlamentarios. Entre otros asuntos, deben presentar su declaración de bienes.

Luego habrá que buscar fecha a la sesión de investidura. Podría darse la circunstancia, si se cumple el calendario previsto y Etxanobe no toma el mando hasta julio, de que la salida del Tour de Bilbao se convierta en el último acto oficial de Unai Rementeria, que se mantiene en un discreto segundo plano desde la convocatoria de las elecciones.