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El exalcalde de Alonsotegi José Luis Erezuma (PNV), que gobernó la localidad encartada entre 2011 y 2015, será juzgado este martes en la Audiencia de Bizkaia junto a dos constructores y tres asesores municipales por los delitos de fraude de subvenciones públicas, malversación, falsedad y ... prevaricación. La Fiscalía pide seis años de prisión para cada uno de ellos, mientras que la acusación particular, ejercida por EH Bildu, solicita la pena de ocho años. El caso está relacionado con el desvío de fondos públicos por unas obras no ejecutadas y que fueron subvencionadas por la Diputación.
Se trata del primero de los tres procesos judiciales en marcha contra los tres regidores del PNV de Alonsotegi que precedieron al actual, Joseba Urbieta. Durante la vista, se ha pedido la declaración del alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, como testigo, ya que en el momento de los hechos firmó, como diputado de Presidencia, la concesión de la ayuda de 600.000 euros que supuestamente fue destinada a otros fines por los ahora procesados.
Los hechos se remontan a 2011, cuando, según la Fiscalía, los acusados urdieron una trama para hacerse con casi 700.000 euros (la cantidad que entregó la Diputación más otros 81.392 euros procedentes del Consistorio). Para ello aprovecharon unas lluvias torrenciales que se produjeron en la localidad entre el 4 y 6 de noviembre para pedir dinero público y reparar tres instalaciones (los bajos de la casa consistorial, el ambulatorio y un muro en la carretera general). El fiscal considera que tales obras no eran necesarias y tampoco se llegaron a ejecutar. En cambio, sí se prepararon informes municipales para justificar su necesidad y para acreditar que habían sido presuntamente realizadas.
Estos documentos, redactados o revisados por dos arquitectos y una asesora, serían falsos y se habrían elaborado para dar apariencia de legalidad a la operación y evitar que la institución foral solicitara la devolución de la cantidad entregada. Las obras se adjudicaron por la vía de urgencia, sin procedimiento de contratación.
El exalcalde reconoció ante el juez que los trabajos nunca llegaron a realizarse, pero que la suma, en realidad, fue destinada a pagar una deuda previa que el Consistorio tenía reconocida con los constructores por levantar el nuevo ambulatorio.
Erezuma, que sostiene que no se llevó ni un euro al bolsillo, se encontró el Ayuntamiento de Alonsotegi en una situación de bancarrota (fue intervenido por la Diputación) y trató en su mandato de sanear las cuentas públicas, aunque para ello tomó decisiones polémicas y que cosecharon numerosas advertencias por parte de los funcionarios públicos encargados de velar por la legalidad. Será el primero de los tres últimos exalcaldes que será juzgado por presuntos delitos relacionados con la corrupción. Los dos anteriores, Aitor Santiesteban y Gabino Martínez de Arenaza, están pendientes de otros dos procesos.
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