La Fiscalía pide 1.400 euros de multa a la comparsa Hontzak por exhibir un Cristo despiezado

Durante la sesión, que ha durado cerca de una hora, el acusado ha esgrimido en todo momento que la decoración de la txosna fue diseñada de forma asamblearia por todos los componentes de la comparsa con una finalidad meramente «irónica y sarcástica». Anton ha negado una intención deliberada de ofender los sentimientos religiosos y, de hecho, ha recordado cómo en años anteriores también se representó la imagen de un imán musulmán sin recibir denuncias por ello. No en vano, la decoración de la txosna de esta comparsa de ideología libertaria, próxima a la CNT, se suele caracterizar año a año por su crítica a instituciones como gobiernos, monarquías, el FMI y la propia Iglesia Católica.

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Tanto el acusado como su letrado, Borja Irizar, consideran que los hechos se enmarcan en un ejercicio de libertad de expresión y no pueden clasificarse como un delito de blasfemia, tal y como se recoge en el artículo 525 del Código Penal. En cambio, la representante del Ministerio Público, quien ejerce la acusación de oficio, considera que se hizo escarnio de un rito cristiano como es la eucaristía. «Objetivamente, existe una conducta que ofende las creencias religiosas», ha afirmado la fiscal, quien pide una pena de ocho meses de multa, el mínimo que se recoge en el citado precepto legal.

Entre los testigos que han declarado en la sesión se encontraba José Ignacio Irusta, líder de la Falange Vasconavarra y quien puso la denuncia en el momento de los hechos, al igual que hizo el Obispado de Bilbao. Ambos se acabaron retirando de la acusación, que quedó en manos de la Fiscalía. En su declaración, ha afirmado que la imagen del Cristo despiezado era «una ofensa objetiva a Dios» y que «cualquier cristiano se debería sentir humillado». Para el cura Juan Mari Zulaika, por el contrario, no se trata más que de «la representación de una representación, la parodia de una parodia», en referencia a la escenificación que se hace en la eucaristía a la hora de comulgar. «Puedo entender que alguno se moleste, pero tiene que haber libertad de expresión», ha reiterado.

La defensa solicita la libre absolución del acuasdo, quien a su entrada al Palacio de Justicia ha calificado el caso como «ridículo». «Pensábamos que a día de hoy no nos podría ocurrir una cosa así, pero aquí nos encontramos. Creemos que al final se archivará la causa porque no tiene más recorrido», se ha mostrado convencido Anton, arropado por decenas de integrantes de la txosna y todos los concejales de EH Bildu en Bilbao. El abogado, por su parte, cree que se está produciendo un retroceso en el derecho a la libertad de expresión: «Es normal que la Iglesia, al ser una institución de poder, pueda ser blanco de la sátira, de la crítica y de la ironía».