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El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) considera que Osakidetza incumplió la normativa en materia de prevención de riesgos laborales durante la crisis sanitaria del coronavirus y que la falta de EPIs supuso «un riesgo laboral grave e inminente» para la salud ... de sus trabajadores, según la sentencia a la que ha tenido acceso este periódico. ESK, el sindicato que presentó la demanda, con el apoyo de UGT, CCOO, ELA, LAB, USO, LATSE, SME, UTESE y USAE, exige a la consejera de Salud, Nekane Murga y a su equipo que «asuman sus responsabilidades y presenten su dimisión por la nefasta gestión de estos tensos meses, que ha puesto en peligro la salud tanto del personal de Osakidetza, como de la ciudadanía a la que asisten».
Según la resolución, las mascarillas y las batas impermeables suministradas al personal sanitario fueron acompañadas de «instrucciones de Osakidetza para su reutilización, dejando de lado las recomendaciones de los fabricantes», lo que provocó un «uso inadecuado». Esta práctica incorrecta se repitió en los hospitales de Cruces, Basurto, San Eloy, Galdakao, Urduliz y Gorliz, enumera la sentencia. En relación a los test de detección del virus, el TSJPV señala que ya se han hecho PCR al 75% de la plantilla sanitaria y pruebas serológicas al 83%. El fallo también recoge las carencias de EPIS que sufrieron los celadores.
El juicio se celebró el pasado 16 de junio contra Osakidetza por una denuncia presentada por el propio ESK por incumplir la normativa en materia de prevención de riesgos laborales durante la gestión de la pandemia generada por el SARS-CoV-2. En la misma, se denunciaba la actitud de la Dirección de Osakidetza en aspectos como la ausencia de EPIs entre el personal trabajador del servicio vasco de salud, así como el incumplimiento de los protocolos de utilización de los mismos o la no realización de los test para poder detectar la situación de la plantilla.
El TSJPV recoge en su sentencia, según el sindicato, que, «en relación a las mascarillas y a las batas, se dieron por Osakidetza instrucciones de uso, reutilización y lavado que nada tienen que ver con las indicaciones sanitarias y que dejaron de lado las recomendaciones de uso que advertían del riesgo potencial de infecciones para el paciente y para el usuario que conllevaba su reutilización».
El tribunal constata que es obligación del empresario garantizar una adecuada vigilancia de la salud laboral y que la exposición en el trabajo a la COVID-19 merece la calificación de riesgo laboral grave e inminente, declarando que Osakidetza ha incumplido esa obligación en materia de prevención de riesgos laborales y condenándola a tomar las medidas oportunas para la protección del personal a su servicio.
ESK entiende que «tras años de continuos recortes, la crisis de la COVID-19 ha puesto encima de la mesa las carencias que sufre Osakidetza y la negligente gestión de las personas que la dirigen» y la sentencia «deja a las claras que la Dirección de Osakidetza ha hecho peligrar la salud de toda la plantilla, como ya venía demostrando el alto porcentaje de personal infectado».
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