«Juan Mari Uriarte ha sido un padre espiritual y mi inspiración para ser buen obispo», ensalza Joseba Segura

«Tenía un amplio rango de conocimientos, sensibilidades e intereses. Y en sus conversaciones se ponía de manifiesto. Escuchaba como solo pocos escuchan. Llegaba a la gente por eso. No es nada fácil», ha ensalzado Segura. A sus ojos, Uriarte era «sabio en muchos sentidos». E «ilustre». «Tenía relación con gente que tenía responsabilidades importantes y le reconocían como alguien importante, aunque no ha estado nunca en un primer plano en cuanto a presencia pública», ha justificado.

De hecho, Uriarte no fue obispo titular de Bilbao, pero sí fue el líder efectivo de la Iglesia vizcaína y ejerció como mediador entre el Gobierno de Aznar y ETA para buscar una salida a tantos años de violencia. «Era alguien con mucho que aportar. Ha inspirado a todos los obispos de España. Le reconocen como una persona que ha querido a los curas y los ha cuidado. Ha dado pistas y claves para enriquecer y hacer que este ministerio importante sea un servicio rico y bueno a la iglesia. Y evitar peligros como el clericalismo», ha recordado Segura.

El obispo de Bilbao ha ensalzado que «Juan Mari ha rezado mucho y hasta el último momento». Algo que «no se puede decir de todos». «Es una persona que ha mantenido su vigor intelectual hasta el último momento y estaba abierto a pensar con otros, escuchaba ideas y propuestas», ha señalado. Y continuaba: «Es un milagro en si mismo que alguien 90 años tenga mente de una persona joven».

«Ha tenido una vida plena, riquísima en relaciones e impacto en la vida de muchas personas. Y ha tenido una buena muerte. Hasta el domingo ha tenido una vida completamente autónoma. Los dos últimos días han sido los más duros. Ha muerto como ha vivido y ha sido una vida muy valiosa», ha finalizado el obispo de Bilbao.