La Ertzaintza investiga una supuesta agresión sexual que se produjo en Erandio durante la madrugada del viernes al sábado, según ha podido saber EL CORREO. Una joven fue hallada inconsciente y con la ropa interior bajada hasta las rodillas en la puerta de un gimnasio ... que se encuentra en Astrabudua, cerca de la discoteca Sonora.
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Una trabajadora del centro deportivo que se encuentra en las inmediaciones encontró la mañana del sábado a la chica, que a posteriori acudió al hospital. Relató que fue con unas amigas de fiesta a la discoteca y que estuvieron con unos chicos. Pero, según explicó, no recuerda nada de lo que pasó a partir de las tres o cuatro de la madrugada. Entre otras cosas, no sabe cómo llegó a la puerta del gimnasio.
En el centro sanitario se activó el protocolo previsto para los casos de agresiones sexuales y la Policía vasca ha abierto una investigación para tratar de esclarecer lo ocurrido. Una de las claves será examinar las cámaras de videovigilancia del entorno de la discoteca.
No fue el único incidente de gravedad que se produjo en el entorno de la discoteca esa noche. Esa misma madrugada un joven de 21 años protagonizó un incidente violento en la Sonora que obligó a intervenir a agentes de la Ertzaintza y a varios sanitarios. Según explicó el Departamento vasco de Seguridad, el chico fue multado por una infracción de la ley de Seguridad Ciudadana después de que empezase a «increpar e insultar» a las personas que habían acudido a ayudarle.
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Esta misma persona fue la que, horas después, empujó a su pareja a las vías del metro en la estación de Astrabudua. Los chicos, que se habían conocido poco antes a través de las redes sociales, estaban con una joven en el andén esperando la llegada del metro. Las cámaras de vigilancia captaron lo ocurrido a primera hora de la mañana en la estación del suburbano.
No está claro todavía cuál fue el motivo de la discusión. Lo que sí se sabe es que los dos jóvenes comenzaron a pegarse allí mismo. Y en un momento dado el chico de 21 años, residente en Barakaldo, arrojó a su pareja -vecino de Gipuzkoa- a las vías «poco antes» de que pasara el metro. La víctima consiguió salir de allí por sus propios medios, pero lo hizo con una herida abierta en la ceja y una posible fractura en la nariz, por las que tuvo que ser atendido en el hospital.
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