Los cuatro acusados, custodiados por la Ertzaintza, ayer durante la segunda y última sesión del juicio en la Audiencia vizcaína. Luis Ángel Gómez

El joven apaleado en una lonja de Sodupe sufre daño cerebral irreversible

La fiscal rebaja la petición de pena a 8 años y medio al principal acusado, con un trastorno mental que le impide controlar sus impulsos y agravado por el consumo de drogas

Jueves, 7 de marzo 2024, 01:06

Xabier M., el joven de 26 años apaleado hasta que quedó en coma en una lonja de Sodupe en julio de 2020, sufre «daño cerebral y deterioro cognitivo irreversible» a causa de la brutal paliza, según declararon ayer las forenses que le examinaron para valorar ... las secuelas. Los golpes continuos en la cabeza «compatibles» con una escayola -el principal acusado estaba enyesado-, un palo, patadas y puñetazos le provocaron «traumatismo craneal y facial severo», además de lesiones en tórax y abdomen de menor identidad. De no haber recibido asistencia sanitaria urgente, su pronóstico habría sido «fatal», confirmaron las peritos.

Publicidad

Tras pasar por la UCI del hospital de Cruces y por Neurocirugía, fue trasladado a la unidad de daño cerebral del hospital de Gorliz, donde hizo rehabilitación. Desde entonces, «es otra persona», dicen los vecinos de Sodupe que le conocen desde niño. «Se ha quedado como ido», coinciden. Sufre pérdidas de memoria e insensibilidad en la mandíbula que le impide ser consciente de que se le cae la baba.

Forenses especializados del Instituto vasco de Medicina Legal también valoraron el estado mental de Igor A., el principal acusado, que padece trastorno de control de impulsos y por consumo de drogas y presenta un coeficiente intelectual por debajo de la media.

Traumatismos severos

De no haber recibido asistencia sanitaria urgente, «el pronóstico habría sido fatal»

En un análisis de pelo se concluyó que había tomado cocaína y MDMA de forma habitual al menos en los tres meses previos y por la orina se supo también que lo mezclaba con cannabis y medicamentos como el ansiolítico Lorazepan. «Desde los 10 años tiene una conducta desajustada», según los peritos, y debería haber seguido un tratamiento. Los especialistas sostienen que esta patología «le influye de manera leve en la conducta», ya que «sabía que agredir a una persona está mal y las consecuencias».

Publicidad

La intervención de los forenses llevó a las acusaciones y a la defensa de Igor A. a modificar sus calificaciones provisionales. La Fiscalía, que le acusa de homicidio intentado y hurto, rebajó su petición de pena a siete años por el primer delito y mantuvo la de año y medio por el segundo, y la acusación particular se sumó. Por su parte, el letrado, que representa al encausado, asumió el intento de homicidio con la eximente incompleta de trastorno mental, por la que solicitó tres años y medio, que ya ha cumplido en prisión preventiva.

Intento de homicidio

Las acusaciones aprecian ánimo de matar porque todos los golpes iban a una zona vital como la cabeza

«Endemoniado»

En sus informes finales, la fiscal sostuvo que Igor actuó «guiado por los celos» en un «arrebato u obcecación» al comprobar que su madre estaba a solas con Xabier en la lonja. Según los testigos, ya en el bar, antes de la agresión, estaba como «endemoniado, fuera de sí, parecía un perro de presa». A juicio de la acusación particular, que representa a la familia de la víctima, el joven tenía «ánimo de matar», ya que «todos los golpes fueron a una zona vital, la cabeza» ante una víctima «en la más absoluta vulnerabilidad». «Se habría producido un fatal desenlace de no haber acudido una ambulancia». Las defensas de Lucas y Eder insistieron en que de no ser por sus clientes, que frenaron a Igor, «le habría matado».

Publicidad

«Mala fe»

Las defensas de Alicia y Eder reprochan a la fiscal que acuse «sin pruebas»

Para la Fiscalía, hubo «un concierto de los procesados para robar a la víctima» el teléfono móvil recién comprado, un Iphone, y marihuana. Lucas asumió que había sido él quien los había sustraído y devolvió el terminal. Los letrados de Alicia y Eder acusaron al Ministerio público de «temeridad y mala fe» por mantener la acusación durante cuatro años «sin pruebas». El abogado de Igor cree que el joven arrastra «una historia de terror, soledad, abandono y dejadez por parte de su familia y de las autoridades» y pidió su libertad provisional para que inicie cuanto antes un tratamiento.

Tanto al comienzo y al final del juicio como en los recesos se vivieron momentos de tensión entre la familia paterna y materna de Igor, que intercambiaron reproches por el hecho de que el joven esté preso.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad