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'¿Te acuerdas de mí?' Cada vez que escuchaba esa pregunta se giraba para desviar su mirada desde la atestada cafetera hasta el otro lado ... de la barra. La respuesta y la persona variaban, salvo en dos cosas. Siempre era una antigua clienta. De esas a las que el paso del tiempo impide pasar del umbral de su casa o que les ha llevado a una residencia. El otro punto en común era el nombre, Begoña.
Todo empezó el día en que a Boni García de Loma-Osorio, propietario por entonces del mítico Café Lago, decidió poner en práctica una tierna txirenada. Invitar a las 'begoñas' a pasarse por su local para ser invitadas a un café y un pedazo de tarta, para celebrar así el día de la Amatxu de Begoña. El éxito fue brutal. El primer año fueron unas 80. El último, que coincidió con el anuncio de la jubilación de Boni, más de 350. Pero de todas esas visitas el hostelero recuerda una de manera muy especial. Esa en la que escuchó 'Me llamo Begoño'.
Ni han leído mal, ni me he equivocado en la última letra. El hombre aseguraba que se llamaba así. Begoño. Y para demostrar que no mentía le enseñó su DNI. El local estaba abarrotado y lo cierto es que Boni lo miró más por la insistencia del cliente que por otra cosa. Por eso no recuerda el nombre exacto. Pero sí que era compuesto. Del tipo José Begoño. Y que no era el apellido. Porque la versión femenina, Begoña, existe. Solo en España hay 307. Recuerdo, por ejemplo, y con cariño, al que fuera jugador de fútbol nacido en Bilbao, Ibon Begoña Zubiaur.
Pero es que en Argentina hay 57. En Filipinas 15, en México 4 y en EEUU y Venezuela 2. De hecho hay un Begoña de apellido en el mismísimo Nepal. Y si hablamos de las personas que lo llevan como nombre, solo en el país hay 40.876. Eso sin contar los nombres compuestos que lo incluyen, como María Begoña, que alcanzan los 80.726 en 55 combinaciones diferentes.
Por eso estoy convencido que en su entorno, como en el mío, hay más de una Begoña. Por cierto, su media de edad está entre los 40 y los 50. Aunque hay más jóvenes y, por supuesto, más mayores. Pero si les gustan los datos curiosos sepan que la estadística nos cuenta cosas que jamás imaginamos. Porque les resultará fácil acertar en qué territorio hay más Begoñas.
Bizkaia, con 6.791. Pero no imaginarán la segunda posición: Madrid. Con 5.997. Y se van a sorprender con la tercera: Valencia y sus 2.256. Cosa que se puede explicar por las paisanas que se trasladaron tras la jubilación a tierras del Levante. Pero también las hay, y muchas, nacidas allí. La cuarta es Barcelona con 1.995. Que las grandes capitales sean populosas nos ayuda a poder asimilar estas cifras. Pero qué me dicen si les cuento que la quinta es Asturias.
Esta comunidad cuenta con 1.728 mujeres llamadas así. De hecho están por delante de Gipuzkoa, que tiene 1.654. No muchas más que las de una sorprendente Pontevedra, con 1.529, y una A Coruña con 1.365. Navarras y alavesas rozan, respectivamente, el millar. Y el resto está bastante repartido, pero destaca la presencia del nombre de nuestra Amatxu en tierras canarias. Aunque no es tan raro, porque allí también profesan devoción a esta Virgen.
No quiero imaginar qué pasaría si todas ellas decidieran acudir a la invitación del café. Se sigue haciendo. Boni ya no está al frente de la barra, pero la tradición se mantiene. Y debo confesar que me encantaría saber más sobre aquel hombre llamado Begoño. Que se presentara este miércoles 11 de octubre en ese café para contar la razón de su nombre.
En el Archivo Histórico Eclesiástico de Bizkaia no aparece nadie bautizado así. Pero solo nos permite consultar bautismos anteriores al año 1900. Así que nos quedamos con la duda. Dice Boni que cree recordar que mencionó haber trabajado en la Cadena Aranzazu. Seguiremos investigando. Al fin y al cabo, no todos los días se conoce a un señor llamado Begoño.
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