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En los últimos 10 años se han vendido 264 lamborghinis en España.. En 2024, de momento, son 34 las ventas. 14 en Barcelona, 10 en ... Madrid, 2 en Málaga, 2 en Baleares....Pero en Bilbao ni uno. Lo digo para subrayar que este artículo no busca apoyar a algún amigo que lo tenga. Hay quien posee coches aún más caros. Pero ese modelo, en concreto, no. Otra cosa es que los veamos. Mi coche está matriculado en Madrid, es de cuarta mano y ahora lo tengo yo, un bilbainito de toda la vida. Pero la marca y la matrícula son lo de menos. No hace falta tener muchas luces para comprender que los políticos, en eso Sánchez es experto, generan un debate de bar para apartar la atención de otros asuntos que de verdad importan. Aunque en este caso existe un trasfondo que no quiero dejar pasar. El de la envidia y el paletismo endémico.
Sabe el inquilino de la Moncloa que habla para un país que estará muy separado en muchas cosas, pero en desear lo ajeno y criticar al prójimo está de acuerdo. Y también en juzgar a los demás por las apariencias y en criticar los gustos o vicios de los demás, justificando los propios. Como cierto compañero de trabajo que me señalaba como pijo derrochador porque usaba, ya en la veintena, chaqueta con pañuelo. Que ambas prendas fueran más baratas que su chamarra goretex y sus botas de montaña era lo de menos. Porque lo suyo era normal. Además los aguiluchos y las cabras no opinan sobre la forma de vestir del personal. Pero ir con pañuelo en el bolsillo por Pozas era toda una provocación.-Ahí va el aspirante a rico-. O rico a secas. Etiquetamos a la gente con suma facilidad. Lo recuerdo ahora porque el mismo tipo se compró un todo terreno, aunque vivía en un barrio sin cuestas, en cuanto pudo. La excusa fue que acababan de tener un hijo y no cabían en el otro. Todo el mundo sabe que la DGT recomienda llevar a los nenes al cole en un 4x4, no sea que los badenes que hay en la zona impidan el acceso al centro escolar. Vamos que estaba sobradamente justificado. En cambio le parecía fatal que una compañera se hubiera comprado un golf cabrio porque era un coche de pijos. Una máxima que provoca una actitud que quiero contarles hoy. Y es una experiencia personal.
Tengo un escarabajo descapotable del 75. Está a años luz del precio de un Lamborghini, vale 20 veces menos, y es mucho más barato que los eléctricos. Pero este verano descubrí que a ciertas personas les da vergüenza montarse en él, por el qué dirán.-Es que la gente te mira-apuntaba un amigo al que llevé a su casa.-Van a creer que somos ricos-añadió. Esa es la clave. Tengo un conocido que posee un deportivo descapotable que jamás utiliza por Bilbao. No sea que sus clientes y vecinos crean que es millonario. Puede parecer una tontería, pero viene de viejo. De hecho en nuestra tierra, en los años del plomo, los coches caros y aparentes se guardaban en garajes o en comunidades vecinas. Y si conducías un Audi no te decían nada, pero si era un Mercedes te señalaban. Aunque el primero fuera de una gama alta y más caro que el segundo. Volvemos a las etiquetas. Creer que todos los que tienen coches caros son ricos y todos los ricos tienen coches caros es absurdo. El tipo con más dinero que conozco es dueño de medio Bilbao. Rara es la lonja o el piso que no sea de su propiedad. Lo que no tiene es coche. Va a todas partes en taxi o andando. Tampoco gasta mucho. Acabará siendo el más rico del cementerio. Pero así es feliz. No seré yo quien critique su forma de vivir o de emplear sus cuartos. Por eso me cabrea ese empeño por decirnos cómo y en qué debo emplear mis ahorros. Que cada cual haga lo que quiera. Y si uno prefiere irse de viaje a la India para encontrarse a si mismo, que no critique al que gasta el mismo dinero en alquilar un barco en Ibiza. Bastante puñetera está la vida como para que nos marquen hasta dónde y cómo debemos disfrutar. Sánchez no da puntada sin hilo y dijo Lamborghini como pudo decir Maseratti, Bugatti o cualquier otra marca que valen tanto como una casa. De hecho los hay más caros. Así que su mensaje está claro y va por otros derroteros. Pero el debate posterior, el poso que queda, nos confirma que no hacer algo por el qué dirán es una máxima que sigue enquistada en el ADN de este país cainita. El que siempre está a tortas en todo, pero en lo de criticar y señalar al vecino, como decía antes, es una piña. Y no para ligar, precisamente. Si el dinero se ha obtenido de forma legal y paga sus impuestos, como si va usted en burra. Me importa un bledo. Y me alegro que lo disfrute.
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