Un jabalí penetró el pasado lunes en el campo de vuelos del aeropuerto de Bilbao, lo que obligó a activar el protocolo previsto en estos casos para neutralizar al animal y evitar un problema de seguridad. El episodio se saldó finalmente con la huida del ... ejemplar, al parecer un adulto. La única consecuencia práctica fue que un avión que estaba a punto de despegar tuvo que retrasar cuatro minutos su salida. No obstante, diversas fuentes alertan de que la presión de la fauna de considerable tamaño sobre el entorno aeroportuario es «cada día mayor».
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El jabalí rompió el vallado perimetral a las 21.20 horas. Fue avistado pocos instantes después y se lanzó el preceptivo aviso a la torre de control. En ese momento se dio la orden de revisar la pista. Varias patrullas salieron en su búsqueda. Era noche cerrada. Al parecer, unos cinco minutos después, se detectó que el animal abandonaba el campo de vuelos por el mismo punto por el que había entrado.
Según fuentes oficiales, el agujero en el vallado especial fue reparado para evitar nuevas intrusiones desde ese lugar. «No hubo ninguna afección operativa», valoran desde el aeropuerto. Sí reconocen las mismas fuentes el retraso de cuatro minutos que sufrió en su salida, el avión de las 21.25 horas, pero esta demora es fácilmente recuperable ya en vuelo, de ahí que se considere que no tuvo una repercusión efectiva.
Con todo, la presencia de un jabalí en las pistas es un asunto delicado porque las aeronaves tienen que tener vía libre siempre para despegar y aterrizar. Cualquier objeto abandonado sobre el asfalto puede causar un problema al tren de aterrizaje de los aparatos, justo cuando encaran precisamente las dos maniobras más delicadas en el mundo de la aviación.
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Hace tres años, el aeropuerto reforzó el vallado exterior para blindarse precisamente frente a este tipo de intrusiones al estar ubicado en una zona rodeada de bosque en muchos puntos. Se destinaron 120.000 euros. Hay que tener en cuenta que 'La Paloma' cuenta con un contorno de 10 kilómetros de longitud. En los puntos más sensibles del perimétro se dispone de tres anillos de seguridad y el último obstáculo cuenta con vallas de hasta 2,80 metros de altura y varias líneas de alambre de espino.
Antes de las modificaciones realizadas, este tipo de episodios eran más frecuentes. Desde su renovación, el sistema ha funcionado relativamente bien, según apuntan las fuentes consultadas. «Pero los jabalíes tienen mucha fuerza y pueden llegar a romper la protección». También se han dado casos en los que algún gato o mustélido (garduñas, martas o jinetas...) han saltado por encima de la valla para entrar en el campo de vuelos.
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Las mismas fuentes precisan que la presencia del jabalí en las lindes del aeropuerto es «cada día mayor». El año pasado, se abatieron en Bizkaia la cifra récord de 2.800 ejemplares, lo que para la Diputación es un signo de que la población de esta especie sigue creciendo de manera notable. También aumentaron los accidentes provocados por atropellos de fauna salvaje.
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