El invierno pasado fue el más húmedo en Bizkaia desde 1948

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De los 108 días transcurridos en 2018, solo hubo 29 jornadas en las que no cayó ni gota de lluvia en Bilbao.

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Eso quiere decir que los bilbaínos abrimos el paraguas en 79 días, el 73% del total.

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Desde comienzos de año hasta el 20 de marzo, fecha en la que acaba oficialmente el invierno, cayeron 761,4 l/m2, más del doble de lo normal, una circunstancia que catalogó dicha estación como 'muy húmeda'.

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En enero llovió en 23 de los 31 días del mes, que dejaron 261,6 l/m2 cuando lo normal de la serie histórica es la mitad, 131,6 l/m2.

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El mes más corto también fue el más lluvioso: en febrero soportamos 22 días de precipitaciones. Solo hubo seis jornadas en las que no llovió. Se recogieron 271 litros por metro cuadrado cuando lo normal son 105. Eso quiere decir que llovió dos veces y media más de lo habitual.

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Siguiendo esta tónica, marzo no fue la excepción: a pesar de haber estrenado la primavera, llovió en 23 de sus 31 días. Cayeron 112 l/m,2, la cuarta parte de ellos solo en un día, el 19.

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El día más lluvioso desde comienzos de año fue el 11 de enero, jornada de aciago recuerdo en varios puntos de Bizkaia, que sufrieron inundaciones. Una tremenda tromba de agua anegó localidades de la comarca de Urdaibai, especialmente en Muxika, donde se desbordó el Oka con un millonario balance de destrozos.

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El sol brilló por su ausencia, dejando un acusado déficit de insolación. El promedio del porcentaje diario desde el 1 de enero en la capital vizcaína fue del 23%.

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Febrero fue el mes más oscuro, con tan solo el 17% de horas de sol. En concreto fueron 50, cuando la media de la serie histórica es de 93, casi el doble.

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La guinda a este invierno crudo e insólito fue la monumental nevada, la mayor en 33 años, que cayó sobre Bizkaia el último día de febrero y que fue calificada de histórica. La nieve cubrió con una capa de varios centímetros la capital vizcaína, algo que no sucedía desde 1985, y puso patas arriba su cotidana rutina.