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La Diputación vizcaína y el Gobierno vasco investigan un posible brote de 'fiebre Q' en la planta de Tratamiento Mecánico Biológico (TMB) del monte Arraiz. Hasta el momento, hay un caso confirmado, otro pendiente de los resultados del segundo análisis y otros tres ... probables, según han detallado fuentes forales, que también destacaron que en las últimas dos semanas no se ha detectado ningún episodio nuevo en la plantilla. Las instalaciones, pieza clave de la red vizcaína de reciclaje, tuvieron que interrumpir su funcionamiento durante tres meses en 2014 debido a esta misma enfermedad, que en aquella ocasión afectó a 49 operarios. Otros doce casos quedaron catalogados como probables.
La 'fiebre Q' está producida por una bacteria llamada 'Coxiella burnetii', que suele propagarse a través de los tejidos placentarios o fetales de mamíferos como la vaca, la oveja o la cabra. El anterior brote registrado en la TMB se achacó a la introducción en la planta de restos de ganado que se habían arrojado al contenedor verde, en contra de lo establecido por la normativa: esos residuos cárnicos acabaron contaminando la planta entera, que tuvo que ser vaciada y sometida a una exhaustiva desinfección. La enfermedad cursa de manera similar a una gripe o una gastroenteritis, con fiebre, dolor de cabeza y malestar general, y en nuestra zona tiene la particularidad de derivar en neumonía en el 40% de los casos. Habitualmente se cura con antibióticos, aunque algunas veces -entre el 1 y el 5%- se cronifica y produce problemas de corazón, pulmón o hígado.
A mediados del mes pasado, varios trabajadores empezaron a manifestar los síntomas habituales de la 'fiebre Q', bien conocidos ya por la plantilla de la empresa, aunque la primera confirmación concluyente no se tuvo hasta Semana Santa, ya que se requieren dos pruebas separadas por un plazo de tres o cuatro semanas. Este lunes, está previsto someter a análisis a todos los empleados de la UTE que gestiona las instalaciones y también a aquellos operarios de subcontratas que pasan más de media jornada en la planta, donde trabajan en torno a 130 personas. Para el martes, está previsto el examen de las propias dependencias: especialistas de los institutos Neiker y Osalan tomarán muestras en los sesenta puntos establecidos por el protocolo. En función de los resultados, los técnicos de Osalan establecerán si debe adoptarse alguna medida de limpieza y desinfección que impida el normal funcionamiento de la empresa. La TMB está diseñada para tratar hasta 180.000 toneladas anuales y absorbe la mayor parte de la basura de los hogares vizcaínos, de modo que la interrupción de su actividad trastoca el funcionamiento de toda la cadena: en 2014, los residuos fueron desviados a Zabalgarbi y al vertedero de Artigas.
Una portavoz foral ha especificado que la situación actual es muy diferente a la de entonces, precisamente porque aquella crisis sanitaria llevó a adoptar «el protocolo de actuación y seguridad más riguroso de una planta de estas características en toda Europa». Las medidas preventivas se multiplicaron, en forma de procesos específicos para retirar restos de origen animal y también de protecciones para los operarios, que actualmente llevan a cabo su tarea provistos de mascarilla, gafas y guantes. Además, existe un sistema de esclusas para entrar en la planta y han de someterse a una 'ducha química' cada vez que salen de la zona de trabajo.
5 posibles casos de 'fiebre Q' se han registrado entre los trabajadores. De ellos, uno ya se ha confirmado, otro está a la espera de un segundo análisis y los otros tres se consideran «probables»
El precedente En marzo de 2014, a raíz de una acumulación de casos de neumonía, se detectó el brote de 'fiebre Q' de la TMB. Al principio se confirmaron 8 positivos, pero el balance final de afectados fue de 49 confirmados y doce probables, según Vigilancia Epidemiológica.
Las consecuencias El brote de 2014 obligó a interrumpir la actividad de la planta entre el 10 de abril y el 14 de julio. Hubo que vaciar el foso y los túneles y someter las instalaciones, contaminadas por la bacteria, a una exhaustiva desinfección
El protocolo A raíz de aquella crisis, se implantó un protocolo que la Diputación describe como «el más riguroso de una planta de estas características en toda Europa». Los trabajadores utilizan mascarilla, guantes y gafas y se someten a duchas descontaminantes.
A raíz de aquel brote -que el entonces diputado de Medio Ambiente, Iosu Madariaga, describió en su comparecencia ante las Juntas Generales como «un caso inédito en Europa»- también se envió a 8.000 ganaderos una nota que recordaba la importancia de cumplir la normativa sanitaria en materia de restos biológicos y se estableció que la TMB no recibiese residuos procedentes de las comarcas más rurales de Bizkaia. Trabajadores de la planta han manifestado, no obstante, que en el último medio año han vuelto a llegar camiones de estas zonas, con riesgo más alto de contener desechos contaminados por la bacteria: este mismo jueves, el comité de empresa planteó a la dirección la posibilidad de restringir estos envíos, al menos durante esta época del año, la de mayor incidencia de la enfermedad.
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