«¿Otras inundaciones? El riesgo cero no existe»

Han pasado casi 41 años de ese dramático día, pero ¿puede volver a ocurrir? La respuesta es que sí. Así lo afirmaron ayer María Esther Solabarrieta, quien fuera directora de Aguas del Gobierno vasco de 1991 a 1995, y Pedro Barreiro, director gerente del Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia durante la mesa redonda que organizó la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País en las Juntas Generales, en Bilbao. «Si ha ocurrido una vez, puede suceder de nuevo, no estamos libres, pero los sistemas que tenemos ahora son mucho más avanzados que los de entonces», reconocía Barreiro.

El objetivo de la charla, moderada por José Luis Neyro, era conocer «por parte de quienes tuvieron responsabilidades entonces y quienes se ocupan de que el fenómeno no vuelva a suceder ahora» qué fue lo que provocó la riada y si estamos exentos de todo peligro. Una cuestión que recobra importancia por el impacto que tiene el cambio climático sobre las ciudades. Solabarrieta, a través de un meticuloso repaso histórico, recordó los diferentes planes que el Gobierno vasco diseñó, antes y después de conseguir la transferencia del agua en 1994, para evitar inundaciones como las de entonces. Se eliminaron puntos negros, se dragaron los ríos, se ensancharon los cauces y se realizaron llanuras en determinados puntos, como en La Peña, para que el agua no volviese a arrasar la zona. Pero tal y como recordó ella misma, «el riesgo cero no existe». «Durante los últimos años se han realizado obras a lo largo del río Nervión para evitar daños como los sufridos. Se han hecho cuencas de amortiguación, modificado puentes para reducir la presión con la que desciende el agua o aumentado la cota en zonas como Zorrozaurre», explicó la que también fuera diputada de Medio Ambiente entre 1995 y 2003.

Junto al Gobierno vasco y la Diputación, el Consorcio de Aguas también se ha esforzado por implementar medidas preventivas. Entre otras, la construcción de tanques de tormenta en Santurtzi, Lamiako, Asua, Etxebarri o el que se está ejecutando en la actualidad en Galindo con capacidad para 130.000 metros cúbicos. También matizó la importancia de la digitalización. «La Inteligencia Artificial nos ha ayudado mucho. A través de un sistema de predicciones podemos saber qué es lo que va a ocurrir mañana y si debemos liberar recolectores o no. Las tuberías ahora son listas», detalló.

¿Y qué pasa con el proyecto que se planteó en 2005 para crear dos mega túneles subterráneos que cruzarían Bilbao para sacar el agua? De momento sigue en el cajón. Y parece que ahí se va a quedar. «El coste de la obra puede superar los 400 millones de euros y en mi opinión, su ejecución sería complicada porque tendría muchos detractores desde el punto de vista político y social», concluyó el director gerente.