Jan Echevarría
Viernes, 26 de mayo 2017, 11:33
La masacre del lunes a última hora en el pabellón Manchester Arena, que acabó con 22 personas asesinadas y 116 heridas, ha ocasionado mucho sufrimiento y especulaciones de todo tipo sobre cómo se avería el cerebro de un chaval de 22 años para llegar al ... punto de cometer una atrocidad que dañe en tal medida a niños y adolescentes inocentes y sus respectivas familias.
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Lo cierto es que no hay nada que entender, no hay excusas ni razones para un acto tan cruel y cobarde, pero nuevas informaciones sirven para conocer más en profundidad a Salman Abedi, el monstruo que viajó de Libia a Reino Unido cuatro días antes de inmolarse en el dramático concierto de Ariana Grande.
La pregunta es clara: ¿por qué? Por fanatismo y locura, es evidente. ¿Algo más? Sí, al menos es lo que intenta hacernos creer su hermana que no titubea al confesar que Abedi «estaba furioso por la muerte de un amigo británico-libio en un ataque racista». Ese es, según ella, uno de los principales motivos por los que «incrementó su odio y quiso vengarse».
Pero eso no es todo. La joven ha contado también que en la cabecita de Abedi rondaba la idea de que la mejor manera de pedir justicia por los niños sirios asesinados a manos de América era la de matar a adolescentes británicos. Una lástima para la que, por desgracia, no hay marcha atrás. Sobra decir que la solución para este trágico problema, que da buena cuenta de las vergüenzas de la humanidad, no llegará nunca con nuevas muertes y mucho menos con sangre de niños inocentes, sean de donde sean.
«Perdón, mama»
Salman Abedi tenía familia y no hay duda de que pensó en ellos antes de cometer la brutal matanza. Es más, a su madre le llamo para pedirle «perdón», según revelaron ayer los medios británicos. Lo confesó ella misma cuando le interrogaron las autoridades libias después de que el miércoles detuvieran a su marido, el padre del terrorista, y a uno de sus hermanos en Trípoli, según fuentes citadas por la agencia local PA.
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Asimismo, el hermano de Abedi ha asegurado que Salman aprendió a fabricar explosivos «él solo» a través de internet y que su objetivo era «lograr la victoria para el Estado Islámico», el grupo terrorista que reivindicó el atentado.
En las últimas horas, además, se han filtrado imágenes recientes de Abedi bajando la basura en bata que muestran que estaba siendo vigilado por los servicios de inteligencia del Reino Unido. Aun así, se salió con la suya.
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