Michel Barnier y David Davis.

El francés «peligroso» y el macho inglés que negociarán el 'Brexit'

Michel Barnier y David Davis, dos veteranos políticos con el colmillo retorcido, dirigirán el proceso para fijar las condiciones del divorcio entre la UE y Londres. La batalla promete emociones fuertes

Adolfo Lorente / Iñigo Gurruchaga

Domingo, 2 de abril 2017, 01:41

La pelea está servida. El combate para negociar la salida de Reino Unido de la UE, un hecho sin precedentes en la historia europea, ha dado el pistoletazo de salida con la presentación de las condiciones previas por ambas partes. La pugna, que se augura ... conflictiva, se prolongará durante dos años. A un lado del cuadrilátero, el francés Michel Barnier, excomisario europeo que suscita odios africanos entre los británicos. Del otro, David Davis, un político rudo, libertario y 'thatcherista', amigo de la bronca y curtido en las lides del boxeo.

Publicidad

El anuncio de su nombramiento se produjo el 27 de julio de 2016 y pilló a todos los medios internacionales en fuera de juego. Nada se había sugerido, nada se había filtrado. Y de repente, aquel mediodía, la Comisión Europea informó de que el exministro y excomisario francés Michel Barnier, entonces asesor especial del presidente en materia de defensa y seguridad, había aceptado la oferta de Jean-Claude Juncker para convertirse en el negociador jefe del Ejecutivo comunitario para el 'Brexit'. ¿Barnier?, se preguntaron muchos. ¡Barnier!, exclamaron los británicos. Sus tabloides se rasgaban las vestiduras señalando que era «una declaración de guerra».

Ahí va una anécdota que evidencia la carga simbólica del nombramiento. «Barnier?????», preguntó este periódico por WhatsApp nada más conocerse el nombramiento. La respuesta de un alto cargo comunitario fue rotunda. Dos emoticonos: uno guiñando el ojo mientras saca la lengua y el otro, llorando de risa. En efecto, la elección no fue casual. Bruselas golpeaba primero. Touché.

¿Pero quién es Michel Barnier (La Tronche, 1951) y por qué tiene tan mala prensa en Reino Unido? Casado y con una hija, ha sido durante las últimas dos décadas uno de los rostros más conocidos de la derecha francesa. Graduado por la European Business School de París, se enroló desde muy joven en política por ser un 'gaullista' de convicción.

Ha sido senador, eurodiputado, ministro de Exteriores y de Agricultura y, durante dos mandatos, comisario europeo en representación de Francia. Primero, entre 1999 y 2004, encargado de Política Regional y Reforma de las Instituciones Europeas, y luego, entre 2010 y 2014, como responsable de Mercado Interior y Servicios. El 'odio' británico arranca precisamente de aquí, de hace siete años.

Publicidad

Aquel 2010, el diario 'The Telegraph' llegó a definirlo como «el hombre más peligroso de Europa». Temían que su mentalidad federalista proeuropea acabaría con la City londinense. Pero los años pasaron, Barnier concluyó su mandato y la City seguía estando allí, haciendo y deshaciendo sin la intromisión de la 'malvada' Unión Europea. Y ahora, precisamente, por culpa de esos tabloides que tanto criticaban a Barnier, Reino Unido abandonará el club y provocará el desmantelamiento de su mimada plaza financiera.

¿Cómo es Michel Barnier? «Es meticuloso, puntilloso, se preocupa mucho por los detalles y es muy diplomático. No sé cómo explicarlo. Es muy francés», describía ayer por la tarde un alto cargo de la Comisión. Para Juncker, es «un amigo», como confesó el día que le nombró. Su relación viene de lejos y en 2014 compitieron mano a mano en el congreso del PP europeo que se celebró en Dublín para elegir al candidato que concurría como cabeza de lista a las elecciones europeas de aquel mayo.

Publicidad

Perdió Barnier, pero Juncker le rescató como asesor especial en febrero de 2015 y luego, en julio de 2016, como el gran negociador del 'Brexit'. Habla inglés, pero no lo domina tanto como para improvisar con él. Sabedor de las críticas británicas, aprovechó su primera comparecencia ante los corresponsales comunitarios para bromear con el asunto y comenzar preguntando: «¿En inglés o en francés?». Lo hizo en inglés. Touché.

¿Davis, encantador?

Tiene la nariz rota, cinco veces, por el rugby y por sus peleas en el sur de Londres, donde creció, hijo de una madre soltera. Su padrastro fue un obrero polaco y judío. Para pagarse los estudios ingresó en la reserva del regimiento más exigente, el Servicio Especial del Aire. Se achaca a un ministro portugués la descripción del negociador británico del 'Brexit' como «un cabrón encantador». Muchos no se explican por qué describió a David Davis como encantador. Era entonces secretario de Estado para Europa en el Gobierno de John Major, su más alto cargo antes de que Theresa May le encomendase la negociación con Michel Barnier. Se conocieron en las conversaciones del Tratado que creó el Artículo 50.

Publicidad

Margaret Thatcher cambió en sus últimos años la posición tradicional del Partido Conservador en favor de la Comunidad Económica Europea y creó el euroescepticismo. Tras la conspiración que la derribó, Davis apoyó la candidatura de Major, que lo premió nombrándolo responsable de la disciplina del grupo parlamentario para cuestiones europeas. Se tramitaba el Tratado de Maastricht. Major recuerda en sus memorias lo que dijo Davis a un grupo de rebeldes que planeaba otra revuelta: «Estoy autorizado a deciros que, si insistís en pedir una reunión con el primer ministro, la tendréis. Será individual, breve y concreta, y probablemente la última. ¿Alguna pregunta?».

Tras lograr el milagro de la ratificación del Tratado, Major puso a Davis «agudo y combativo» al frente de la negociación del nuevo tratado europeo en la Conferencia Intergubernamental. El diplomático que llevaba la negociación en Bruselas, Stephen Wall, recuerda: «Me enviaban páginas de detalladas instrucciones autorizadas por David Davis. Podrían haberme enviado una línea: 'Di 'no' a todo'».

Publicidad

Partidario de bajos impuestos, un Estado pequeño y ayuda a quienes lo necesitan, pasó la era laborista rebelándose de vez en cuando contra líderes 'tories' que querían modernizar el partido en lugar de confirmar sus valores tradicionales. En 2005 era el candidato más popular entre los afiliados, no así entre sus colegas en el Parlamento.ss

A pesar de los reproches de vagancia y carencia de gracias e intelecto, era el favorito indudable. Pero Andrew Grimson, biógrafo de Boris Johnson, anotaba el contraste entre la presentación de la candidatura de David Cameron iluminación ambiental, pastelitos de chocolate... y la de Davis, «que parecía una reunión de pelmazos de un club de golf». Llegó en helicóptero a Blackpool, donde conservadores desesperados elegían líder. Los deslumbró Cameron, un insustancial en los ojos del Davis derrotado, que dimitió de la cartera de Interior en la oposición, para votar contra la detención sin cargos en casos de terrorismo durante 42 días.

Noticia Patrocinada

Este 'tory' tradicional y libertario, casado y con tres hijos, tiene ahora una tarea digna de su autoestima. Le ofrece aventura, tensión, póker y trascendencia. Comanda la Cámara de los Comunes como ningún otro miembro del Gobierno. Los veteranos eurófobos lo recuerdan como el 'martillo de Maastricht' y en cada paso que se aleja del «'Brexit' duro» temen su traición.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad