Un estudio norteamericano afirma que el ISIS quiere formar su red en Libia con voluntarios españoles

El riesgo de que Libia sea la nueva Siria es una de las máximas preocupaciones de las autoridades europeas. Tras la caída del dictador Muammar al Gadaffi en 2011, el país se sumió en una guerra civil en la que ahora ha desembarcado el Estado Islámico, que ha expandido sus bases a suelo libio. Desde Europa, el hecho de que los islamistas del califato se encuentren cada vez más cerca de su orilla mediterránea más occidental se contempla con una gran precaución, por lo que supone de acercar las bases terroristas a Italia, Francia y España.

Ataque a la embajada

En España, la amenaza de una implantación del ISIS en Libia forma parte de la agenda internacional desde hace más de un año. El ministro de Defensa Pedro Morenés, hoy en funciones, ya ha afirmado en varios foros internacionales que la estabilización de Libia es urgente. En junio de 2015, Morenés agregó que España apoyaría todas las reclamaciones que se produzcan para que la coalición que en estos momentos está atacando al Estado Islámico en Siria incluya entre sus objetivos a los yihadistas libios. Unos meses antes, el ISIS ya había perpetrado un atentado simbólico contra los intereses españoles en Libia, al colocar una bomba frente al edificio de la embajada española en Trípoli. El inmueble estaba vacío ya que España había evacuado las instalaciones en 2014, cuando el conflicto bélico interno estalló con toda su crudeza.

El ISW, un centro de estudios creado en 2007 como reación a las lagunas en la inteligencia norteamericana que se evidenciaron tras la invasión de Irak, alerta también en su informe de que el ISIS pueda intentar una polarización extrema de la sociedad europea aprovechando la crisis de los emigrantes y los brotes islamófobos que aparezcan a consecuencia de atentados como los de París o Bruselas. Según los analistas norteamericanos, el Estado Islámico «tiene la esperanza de que los atentados provoquen una reacción contra las comunidades musulmanas europeas, que supongan una radicalización de estos colectivos y aumenten la capacidad de reclutamiento yihadista».