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cristian reino
Domingo, 29 de marzo 2015, 01:32
El viaje estaba previsto para ayer sábado, pero finalmente se hará hoy. Sobre las diez de la mañana, cuatro familiares de las víctimas españolas de la tragedia aérea de los Alpes franceses se desplazarán hasta el lugar donde sus seres queridos perdieron la vida el ... pasado martes. Se trata de cuatro miembros de dos familias, que hasta la fecha no habían querido o no habían podido viajar hasta las montañas francesas, como consecuencia de su situación personal. El miércoles salió un pequeño grupo de en torno a una quincena que viajaron en autobús desde Barcelona y regresaron el viernes por la tarde, mientras el jueves se desplazó el grueso de la expedición, con cerca de sesenta familiares, en un avión desde Barcelona a Marsella, que volvió el mismo jueves de madrugada.
Las cuatro personas que viajarán hoy a la zona cero (según la Generalitat, el grupo no estaba cerrado del todo) permanecen instaladas en el hotel Don Jaime, en Castelldefels -en la provincia de Barcelona, muy cerca del aeropuerto-, donde reciben atención personalizada por parte de los equipos médicos y de psicólogos. «Ahora están en una situación más fuerte y han mostrado su voluntad de trasladarse al lugar de los hechos», señaló el director de Protección Civil en Cataluña, Sergio Delgado. Todos ellos viajarán, eso sí, acompañados en todo momento por personal especializado, según señalan los profesionales que les atienden noche y día desde el pasado martes.
El Gobierno central celebrará un funeral de Estado en Barcelona por las víctimas de la catástrofe días después del que se oficiará el día 17 de abril en la ciudad alemana de Colonia. La idea de realizarlos en fechas distintas es para facilitar la presencia en ambos de representantes de los dos países.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, rindió ayer un homenaje desde Málaga a las víctimas, acto en el que elogió la «extraordinaria» colaboración de Francia con España tras esta catástrofe, que aseguró que nunca olvidará. En Alemania, el funeral se celebrará en la catedral de Colonia. En Barcelona el sitio se decidirá en los próximos días.
La compañía aérea ofreció el viernes a los familiares la posibilidad de fletar un vuelo especial ayer para trasladarse hasta Seyne-les-Alpes, y también planteó la alternativa de ir en tren de alta velocidad, pero «dado que el número era muy reducido, la compañía ha propuesto que viajen en un vuelo regular y las familias han aceptado», según Delgado, quien ante la ausencia de un representante que hable en nombre de los allegados, que aún no se han organizado como colectivo, ejerce estos días de improvisado portavoz. «La compañía ha dado todas las facilidades a los familiares, les ha ofrecido todas las alternativas, pero ellos han aceptado voluntariamente viajar en un vuelo regular», incidió el responsable de Protección Civil.
Piedras de recuerdo
Los más de setenta parientes y amigos de las víctimas que han viajado ya al lugar de los hechos no está previsto que regresen una segunda vez, al menos hasta que no haya novedades sobre el rescate de los restos mortales. Algunos de ellos cogieron piedras del lugar de la estela funeraria colocada en recuerdo de los fallecidos, como si necesitaran -en palabras del alcalde de Prads-Haute-Bléone, Bernard Bartolini- «llevarse con ellos algo de esa tierra para empezar a hacer el duelo». Aunque muy duro, los profesionales que atienden a los allegados creen que el desplazamiento «les ha servido, les ha sido útil». En cualquier caso, el proceso de recuperación será lento. Los que pueden están intentando encarar el duelo en sus domicilios. Según Sergio Delgado, ayer quedaban alojados en el hotel Don Jaime una treintena de familiares, buena parte de ellos de fuera de Cataluña, entre gallegos, murcianos o suramericanos.
El hotel de Castelldefels continúa como centro neurálgico para las familias, pues ahí se celebran las reuniones diarias con los responsables de la compañía aérea, las diferentes administraciones públicas y los profesionales que les atienden. A los encuentros suelen acudir unos cien familiares, en torno a los 30 que están instalados en el hotel y los que se desplazan desde sus casas, donde también reciben la asistencia social y psicológica. La recomendación que los expertos hacen a los allegados de las víctimas es que si pueden regresen a sus casas y a su hábitat normal cuanto antes, porque allí también pueden recibir atención social o psicológica durante las 24 horas del día si lo necesitan. «Al comprobar que reciben la misma información en el hotel que en sus domicilios, optan por volver a casa, a su entorno habitual», afirmó Delgado. «La tendencia es que el número de familiares alojados en el hotel vaya a la baja. La situación es de relativa tranquilidad en el interior del establecimiento, donde mantenemos el dispositivo de atención a los familiares».
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