Mueren 150 personas, entre ellos 42 españoles, al estrellarse un avión en los Alpes franceses

Las autoridades alemanas confirmaron que la mayoría de las víctimas eran turistas que volvían de Barcelona y Mallorca. También entre los fallecidos se encuentran dieciséis alumnos alemanes de intercambio que habían pasado unos días en Llinars del Vallérs, dentro del programa de intercambio que tiene el centro educativo de esta localidad situada a 40 kilómetros de Barcelona. El grupo de estudiantes procedía del centro Joseph-König-Gymnasium, en la localidad alemana de Haltern am See e iba acompañado de dos profesores. A falta de datos oficiales que revelen la identidad de las víctimas españolas, diversas fuentes aseguran que entre los españoles fallecidos se encontraraban varios trabajadores de distintas empresas catalanas, directivos (entre ellos un jefe de recursos humanos navarro) y una mujer oscense que viajaba junto a su bebé.

Aunque todavía se desconocen las causas que pudieron provocar la tragedia, el portavoz de Germanwings, Thomas Winckelmann recalcó que el aparato había cumplido todas sus revisiones, la última de ellas el pasado lunes. La aerolínea confirmó que el avión decendió durante ocho minutos antes de estrellarse, después de que se le perdiera la pista cuando volaba a 6.000 pies (unos 2.000 metros). El portavoz también ha explicado que el capitán del avión llevaba más de diez años trabajando para Germanwings-Lufthansa y acumulaba más de 6.000 horas de vuelo.

Por otra parte, la dirección de Aviación Civil francesa confirmó que la tripulación del avión de Germanwings no alcanzó a emitir una llamada de emergencia, tal y como apuntaban las primeras informaciones tras producirse el accidente. "La tripulación no alcanzó a emitir la alerta 'Mayday'. Fueron los controladores aéreos los que decidieron dar la voz de alarma, ya que no había ningún contacto con la tripulación y el avión", aseguraron las autoridades galas.

Desolación en El Prat

Mientras tanto, en Barcelona, el drama se ha apoderado de familiares y amigos de los pasajeros del avión siniestrado, que llegaron poco después de que se conociera la tirste noticia a la sala de atención de víctimas habilitada en la terminal T-2 del aeropuerto de El Prat. Allí fueron atendidos por un equipo de médicos y psicólogos movilizados. Además, la Generalitat comenzó a reservar autocares para poder desplazar a los familiares de las víctimas a la zona de los Alpes franceses. Allí se ha habilitado un centro para albergar a aquellos que decidan desplazarse al lugar mientras se desarrollan las labores de identificación de los cadáveres, que comenzarán mañana y se prevén complejas.

Los Reyes de España, que se encontraban de visita oficial en París, visitaron durante la tarde el centro de coordinación establecido por el Gobierno francés para hacer un seguimiento del accidente aéreo en los Alpes antes de emprender viaje de regreso a España. Por su parte, al presidente Mariano Rajoy la noticia le sorprendió por la mañana en un acto programado en Vitoria, que tuvo que suspender para seguir desde Madrid el gabinete de crisis. Fuentes de Moncloa han confirmado que el presidente viajará mañana miércoles a la zona, donde se reunirá con Hollande y Merkel.

El aparato accidentado es un Airbus A320, operado por la filial 'low-cost' de la compañía Lufthansa, que había despegado a las 6.48 de la mañana desde Dusseldorf rumbo a Barcelona. A las 10.01 salió desde la Ciudad Condal rumbo a la localidad alemana y el accidente se prudujo cuando sobrevolaba los Alpes franceses. En torno a las 10.35 el avión volaba a una altitud de 38.000 pies. Sin embargo, cayó por causas desconocidas hasta los 6.000 pies, donde desapareció de los radares.

"Chatarra y cuerpos"

Dos helicópteros de la Gendarmería francesa confirmaron a primera hora de la tarde a la Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) que habían localizado restos de fuselaje y algunos cuerpos en el departamento de Alpes de Haute Provence. Se trata de una zona de muy difícil acceso, "imposible" por carretera, según aseguró el secretario de Transportes francés, Alain Vidalies. Además de los equipos de rescate, que abandonaron sus labores al caer la noche y tienen previsto retomarlas a primera hora del miércoles, los pocos que pudieron sobrevolar la zona se encontraron con imágenes dantescas. El diputado socialista por la región, Christophe Castaner, que acompañó al ministro del Interior galo describió la estampa como "espantosa". "No ha quedado nada, sólo chatarra y cuerpos", aseguró a través de su cuenta de Twitter. "Sólo se ven pedazos de avión, pedazos de cuerpos humanos", abundó el político en declaraciones a la emisora France Info.

Las autoridades no se atrevieron durante la jornada a descartar ninguna hipótesis, incluida la terrorista, según informó un portavoz del Ministerio del Interior francés. "Van a explorarse todas las pistas, incluida la terrorista, aunque esta última hipótesis no es la prioritaria", indicó Pierre-Henry Brandet, quien explicó que el avión realizó, según los primeros indicios, una "trayectoria anormal" antes de estrellarse. Sin embargo, a pesar de que durante las primeras horas tras producirse el suceso las informaciones resultaban muy confusas, tanto la aerolínea como distintas autoridades de los tres países afectados (Alemania, España y Francia) comenzaron a abrir a abrir varias investigaciones para esclarecer los hechos. De momento, a última hora de la tarde se consiguió encontrar una de las cajas negras del aparato, que será analizada en las próximas horas y será clave para esclarecer lo sucedido.