¿Dónde está Roma para el Estado Islámico?

Estos son sólo algunos de los grandes atentados que el Estado Islámico ha llevado a cabo a lo largo del mundo en los últimos meses. Sin embargo, fue en uno de ellos, el perpetrado en el Líbano contra los musulmanes de Hizbullah, en el que se escuchó una de las explicaciones más especiales a la hora de interpretar la masacre. "Ha sido un atentado satánico", denunció uno de los jeques de la milicia chiita. El ISIS, mientras tanto, los ha justificado como un ataque a "los cruzados de Roma y los apóstatas".

Supremacía religiosa

En la retórica fundamentalista y medieval que emplea el Estado Islámico, la referencia al apocalipsis, el anticristo, a Roma como raíz del mal o el fin del mundo es habitual y forma parte de su discurso ordinario. Mientras que en Occidente estas referencias se consideran una mera vestidura teológica para disimular el ansia de poder de los extremistas, una milicia musulmana, que comparte la fe de quienes les atacaron, interpreta de forma distinta estos atentados, al ser consciente de que el Estado Islámico busca el poder pero también la supremacía religiosa.

Si el ISIS consigue atentar contra Roma, su demostración de fuerza sería evidente. La duda que tienen muchos analistas, sin embargo, es saber qué es Roma para el grupo terrorista. En principio, esta ciudad no sería la capital de la cristiandad, sino la sede de los cruzados, según su interpretación medieval de la realidad; es decir, aquellos ejércitos que han invadido el territorio musulmán. Por ello, muchos analistas creen que Roma, en su visión, sería Estados Unidos. Sin embargo, Roma, tal y como se utiliza en el mundo musulmán de las cruzadas, es la referencia a los 'rumi', el nombre genérico de todos los invasores de suelo árabe entre los siglos X y XIII, cuando tuvieron lugar las cruzadas. Y muchos de los ataques se llevaron a cabo desde Constantinopla, hoy Estambul y antigua capital de los cruzados, a la que también el ISIS ha considerado entre sus objetivos. El Vaticano, no obstante, sí que aparece en los vídeos de los yihadistas, en unas imágenes desoladoras en las que tanques con la bandera negra avanzan hacia un Coliseo rodeado por el desierto. Roma puede ser muchos enclaves.

En principio, esta mezcla de religión y geopolítica permite a los dirigentes del ISIS justificar cualquier ataque en cualquier lugar del mundo. Sus prioridades, no obstante, son difusas, y si se sigue su retórica apocalíptica -que no se basa en el Corán sino en interpretaciones del mismo- antes de atacar- "invadir"- Roma, sería necesario conquistar la Península Arábiga y Persia, tal y como establece uno de los dichos que se atribuye a Mahoma. El objetivo final sería combatir al Dajjal, el anticristo, una victoria que permitirá a los musulmanes dominar el mundo. Este es el mensaje que anima al Estado Islámico y que está movilizando a miles de radicales.

En un mundo como el musulmán, esta alusión al anticristo no es un rescoldo de una religión milenaria. Según una estudio llevado a cabo en 2012 por el 'Pew Research Center' -un think tank norteamericano especializado en retos de futuro-, en Oriente Medio y el norte de África un 51% de los musulmanes cree en la "inminente" llegada del apocalipsis. En países como Turquía, la cifra sube al 68%. En Irak la cifra se eleva hasta el 67% y en Afganistán, al 83%.

Y en este sentido, una de las claves del pensamiento del Estado Islámico es que el fin del mundo, cuyo relato le permite acceder a la fibra más profunda de muchos de los ciudadanos que viven en las zonas que dominan o quieren dominar, está perfectamente definido. El ISIS llama a su revista Dabiq, el equivalente al fin de los tiempos cristianos, el Armagedón, y en muchos de sus números, explica las profecías que son la bases de sus planteamientos.

Según su planteamiento, el Mahdi -un descendiente del profeta Mahoma que podría equivaler al Mesías- conquistará Medina desde Asia. Un ejército de cristianos invadirá Siria desde Turquía. Las tropas se enfrentarán en la ciudad siria de Dabiq. Allí aparecerá el Anticristo -Dajjal, en árabe- que vencerá a los musulmanes. Estos se refugiarán en Jerusalén y allí regresará Jesús -que para los musulmanes es un profeta inferior a Mahoma y al que llaman Isa-. Tanto el Mahdi como Isa se unirán vencerán al Anticristo y entonces los musulmanes dominarán el mundo.

Esta es la lectura final con la que sueñan los yihadistas del ISIS. En algunos detalles -el Mahdi llegará en medio de una guerra civil como la que hoy vive Siria, por ejemplo, o pondrá en marcha un califato como el que ellos quieren implantar- se trata de profecías que tienen ya traslaciones a la realidad para los creyentes más radicales. En esta visión, Roma no se cita y Jerusalén le sustituye como objeto de su ira. Al final, en su visión todo es Roma.