El autor de la masacre de Boston pide perdón antes de ser condenado a muerte

"Lamento las vidas que me he llevado, el sufrimiento que les he causado, el daño que he hecho, un daño irreparable". De esta forma mostraba hoy miércoles su supuesto arrepentimiento Dzhokhar Tsarnaev, autor del atentado durante la maratón de Boston de 2013, que dejó tres fallecidos, más de 260 heridos y acabó con la muerte de un policía cuando tres días después trató de huir junto a su hermano.

El joven ha sido sometido hoy a juicio, sin que haya mostrado un ápice de emoción. El juez federal George A. O'Toole Jr. ha dictado su pena de muerte, por perpetrar el ataque junto a su hermano. La sentencia, que oficializa la decisión unánime adoptada por un jurado el 15 de mayo, no pone fin al proceso, porque ahora la defensa puede recurrir, como ya ha adelantado que hará, de manera que Tsarnaev podría permanecer en el corredor de la muerte durante décadas.

Es la primera ocasión en que Tsarnaev toma la palabra en el juicio, tras haber sido condenado sin que hiciera uso de su derecho a declarar. "Me gustaría pedir disculpas a las víctimas y a los supervivientes", ha afirmado el penado, que dispuso una bomba en la meta de la maratón, donde se concentraría un mayor número de personas. El joven ha asegurado que reza a Alá "por la curación de las familias". También por la "misericordia" hacia él mismo y su hermano.

Ante estas referencias al islam, el juez O'Toole se ha mostrado implacable: "Si crees que Dios quiere que mates a gente, crees en un Dios cruel. Ese no puede ser el Dios del Islam. Los yihadistas te indujeron no a un sendero de gloria, sino a un juicio y a una condena", añadió el magistrado.

"Nadie recordará que tus profesores te tenían cariño, ni que eras divertido, ni un buen atleta -ha seguido-. Cuando quiera que se mencione tu nombre, lo que será recordado es la maldad que has hecho. Lo que será recordado es que asesinaste y mutilaste. Fue un monstruoso autoengaño. Has olvidado tu propia humanidad".

"Morirás en prisión, solo"

Las que no han querido callar han sido sus víctimas. Alrededor de una veintena han acudido a los juzgados mostrando las prótesis de las que hoy tienen que hacer uso, después de que el ataque de los hermanos Tsarnaev les dejara sin alguna de sus extremidades. "No sé ni qué decirte", comenzaba Patricia Campbel, madre de Krystle Campbell, una de las víctimas. "Lo que le hiciste a mi hija fue asqueroso". "Ella no era el enemigo, ni siquiera la conocían. Estos hermanos se han llevado un ángel", añadía Karen McWatters, una amiga íntima de la víctima de 29 años. "Arruinaste muchas vidas ese día, ¿por qué no vemos arrepentimiento? Morirás en prisión, solo".

"Atropelló a su propio hermano con un coche, por lo que no tendrá ningún problema en disparar al mío en la cabeza", añadía Jenn Rogers, hermana de Sean Collier, el oficial fallecido durante la huida de los Tsarnaev, cuando Dzhokhar arrolló a su hermano. "Le ha escupido en la cara al sueño americano. Es un cobarde y un mentiroso".

"Jamás podré sacarme de la cabeza las imágenes de esa calle", reconocía Michael Case, que ayudó a Jane Richard, una de las heridas, realizándole un torniquete en la pierna. Hoy, Richard luce una prótesis. "Actos como colocar bombas... Solo permite que nos dividamos aún más y que se alimente el odio".