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Se retrasa al menos hasta el viernes la deportación del saharaui que lleva doce días en la sala de no admitidos del aeropuerto de Loiu. El joven Youssef, estudiante de Derecho de 20 años, iba a ser deportado hoy mismo a las siete de la ... mañana después de que el Ministerio del Interior denegase su solicitud de asilo político en España. Según ha podido saber este periódico, se ha tomado esta decisión después de que la ONG Zehar Errefuxiatuekin, que está colaborando con el abogado del joven, presentara un recurso de urgencia ante la Audiencia Nacional para solicitar que se suspenda de forma cautelar la deportación de este «activista» con el objetivo de que tengan tiempo de reunir todas las evidencias que respaldan la petición de protección internacional de este joven. «El tiempo corre. Estamos en una situación límite», afirmó el presidente de Zehar, el abogado Javier Galparsoro.
Este joven llegó a Bilbao el pasado 23 de junio desde un vuelo procedente de Marruecos. Su idea era coger otro avión a Madrid. Pero en el puesto fronterizo le comunicaron la «denegación de entrada». Fue entonces cuando pidió asilo político en España, lo que dejó en suspenso su devolución. Desde entonces permanece en este espacio del aeródromo, mientras se tramitaba su solicitud.
La petición fue rechazada por la Oficina de Asilo y Refugio (OAR), dependiente del Gobierno central. También se desestimó otro recurso presentado por la ONG contra esta resolución. Sin embargo, todavía está abierta otra iniciativa judicial, en la que se solicita la regularización de su situación por su condición de «apátrida». Una medida que en este caso concreto, según explicó Galparsoro, apoya el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur).
La solicitud, en todo caso, no va a ser resuelta a corto plazo. Galparsoro insistió en que se trata de una situación muy «preocupante» y destacó el «miedo» que este joven «activista», estudiante de Derecho y que tiene un hermano refugiado en Francia, tiene a ser encarcelado en Marruecos si es deportado.
La aerolínea en la que viajó deberá hacerse cargo de su manutención y también tendrá que encargarse de sufragar el vuelo de vuelta a Marruecos. La empresa está obligada a afrontar estos gastos porque, según las autoridades españolas, es la responsable de haber permitido viajar a un ciudadano sin los documentos en regla. En el aeropuerto de Bilbao no es algo muy habitual, pero sí sucede con cierta regularidad en grandes ciudades como Madrid.
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