«He intentado ser un médico normal y siempre he venido contento a trabajar»

Ellos fueron dos de las decenas de vecinos, amigos y compañeros que no quisieron perderse el homenaje que la localidad rindió ayer a Naveda. Este 'médico de pueblo', como él mismo se define, ha colgado la bata después de una carrera profesional dedicada a la Atención Primaria. Sí se mantendrá al frente del Colegio de Médicos de Bizkaia, entidad de la que es presidente. No abandonará su cargo hasta 2025, año en el que finaliza su mandato.

Los que hasta hace unos días fueron sus pacientes no quisieron perder ayer la oportunidad de despedirse de Naveda. «¿Quién me va a decir a mí ahora que tengo que cuidarme para no engordar?», le decía uno de sus ya expacientes. «Pues el próximo que venga», le contestaba con una sonrisa el veterano facultativo.

Este médico llegó a Berango en 1983 como médico titular municipal, apenas un par de meses después de las inundaciones. Antes había ejercido tres años en Alonsotegi. De su primer día en la localidad de Uribe Kosta recordaba ayer su encuentro con Ildefonso 'Fontxo' Gondra, el enterrador del pueblo. «'Vaya extraña pareja nos hemos juntado, el médico y el enterrador' pensé yo en ese momento», recordaba ayer dirigiéndose a los vecinos.

Naveda les aseguró durante el homenaje que en estas casi cuatro décadas de ejercicio en el pueblo «he venido siempre con ganas a trabajar». Como profesional, su pretensión fue la de «ser un médico normal y dar confianza a los pacientes». A ellos les pidió disculpas «por si en alguna ocasión no he estado a la altura». Ahora que ha aparcado el fonendo podrá dedicar más tiempo a dos de sus grandes pasiones: la lectura y la moto. En junio tiene prevista una escapada con varios médicos moteros a tierras del Sur.

A la jornada asistieron los presidentes de los colegios de médicos de Álava, Gipuzkoa, Cantabria y Cuenca, además de Tomás Cobo, máximo dirigente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos. Cobo le dio la enhorabuena por dedicar tantos años a «ayudar a los demás», una de las cosas que más feliz le puede hacer a una persona.

Como guinda al homenaje, la alcaldesa de Berango, con la ayuda del propio Naveda, descubrió una escultura para recordar la labor realizada por este médico en la localidad. La figura, situada a escasos metros del centro de salud, simboliza el báculo de Asclepio: una vara con una serpiente enrollada que representa a la profesión médica. Y por debajo una leyenda que recuerda la labor de Naveda en Berango, un municipio en el que ha sido el médico de hasta cuatro generaciones de las mismas familias.