El inicio de las obras del túnel bajo la ría se retrasa hasta finales de año

Cuando estaba prácticamente listo y contaba con el visto bueno ambiental, el Departamento de Infraestructuras anunció el pasado noviembre que iba a revisar el anteproyecto del subfluvial para incluir una serie de medidas correctoras que rebajaran el impacto que las obras van a tener en el entorno, especialmente en las viviendas y centros educativos de Leioa y Getxo más cercanos al tajo. Lo decidió tras asumir 57 de las 75 alegaciones recibidas, la mayoría de vecinos afectados.

Se fijó entonces la previsión de tener listo el documento definitivo a finales de febrero, pero no ha podido ser. Consultadas al respecto, fuentes forales aseguran ahora que el proyecto definitivo quedará aprobado «en un breve periodo de tiempo». Luego habrá que licitar las obras y adjudicarlas.

El subfluvial tendrá 3,2 kilómetros y llegará a excavarse a 35 metros de profundidad para superar el cauce fluvial. Aspira a absorber buena parte de los 165.000 vehículos que pasan diariamente por Rontegi y luego se reparten por la A-8 y el Corredor del Txorierri. Además de aliviar el tráfico, el túnel se plantea como una alternativa más rápida. Para viajar de Santurtzi a Leioa se recorren ahora mismo 13 kilómetros, y en el futuro serán solo 4. Requerirá una inversión de 450 millones.