Un informe oficial critica a la Ertzaintza por ocultar la supuesta agresión de unos agentes a dos detenidos en Bilbao

Esta investigación por un supuesto caso de brutalidad policial arrancó a raíz de una denuncia puesta por los propios agentes contra los detenidos, a los que acusaban de atentado contra la autoridad. El juez la archivó después de ver las imágenes captadas por una cámara de seguridad de la zona y, al mismo tiempo, decidió abrir un nuevo procedimiento penal. Esta vez, por la actuación de los ertzainas. En la grabación aparecen ocho agentes, aunque dos son los que fueron imputados en un primer momento.

El auto del juzgado que ha investigado el caso, el mismo que llevó las pesquisas del 'caso Cabacas', insiste en que del vídeo «no se desprende que los hechos alcancen la gravedad que exige» un delito contra la integridad moral. La resolución judicial, de dos folios, subraya que «existe una actuación policial motivada por la conducta de las dos personas que resultaron detenidas». Estaban «ebrios» e increpaban a unas chicas a las que llamaban «putas». Los arrestados, en cambio, no denunciaron a los ertzainas ni acudieron después al hospital, por lo que «no consta» que «hayan sufrido siquiera lesiones».

En cambio, el informe de la Comisión de Control, que no afecta a la investigación penal ni a las pesquisas de Asuntos Internos, subraya que la actuación de los agentes «presenta características que pueden afectar negativamente a la confianza de la ciudadanía en la imparcialidad e integridad de la actuación policial». Incide particularmente en el hecho de que los mecanismos internos para detectar abusos no se pusieron en marcha. «Llama la atención la falta de reflejo en el atestado de los hechos violentos ocurridos, derivados del empleo de la fuerza por parte de los miembros de la unidad policial. También resulta llamativo que ninguno de los agentes intervinientes manifestara discrepancias sobre la ausencia en la consignación en el atestado de los citados hechos violentos. Todo ello parece describir un patrón de conducta dirigido a impedir el control objetivo sobre la actuación policial considerada», describe el informe.

Por este motivo, la Comisión reclama «reforzar la formación policial -inicial y continua- sobre el código deontológico y buenas prácticas, insistiendo en la necesidad de autocontrol». También reclama que se promueva «la firme convicción entre los agentes respecto a que la necesaria confianza y lealtad entre compañeros no debe conducir a la complicidad o el encubrimiento de las actuaciones irregulares».

El Departamento vasco de Seguridad ha subrayado en un comunicado que este informe se ha realizado «a instancia de parte», ya que «fue el propio vicelehendakari, Josu Erkoreka», el que puso el caso «en conocimiento» de la Comisión para «su análisis y estudio».